(16) Porque mi patria es hermosa…
Javier Heraud
Lima ha recibido distintas y
variadas perífrasis. Algunas, agradables, otras, desagradables. Las más
conocidas son Ciudad de los Reyes, La
Tres Veces coronada villa. “Lima, ciudad del Rímac, tú que conservas el
garbo antiguo de los virreyes”.
Mario Vargas Llosa en su libro Utopía arcaica, mientras comenta Ruta cultural del Perú de Luis E.
Valcárcel, escribe…”Esa bochornosa mezcla de iniquidades arquitectónicas,
callejones insalubres y basurales pestilentes que ganaron a la antigua Ciudad
de los Reyes, el bochornoso apelativo de Lima,
la horrible, con que la bautizó el poeta César Moro y cuyos contrastes,
mito aéreo y realidad sórdida, inspiraron a Sebastián Salazar Bondy un ácido
ensayo con este mismo título”.
Otra manera de llamar a Lima fue
“La muy noble, muy insigne y muy leal Ciudad de los Reyes del Perú”. Lima no
solamente es mazamorrera, sino también es de los anticuchos, el cebiche, y en
octubre, del turrón de Doña Pepa. Si abril es el mes de Las Letras, mes
poético, octubre, es el Mes Morado. Nosotros que gustamos de llamar a las cosas
por otro nombre, también decimos que Enero es el mes de la Fundación de Lima,
de la playa; febrero es el mes de los carnavales y del amor; mayo es el mes de
María, el mes de la Madre; Junio, el mes de la bandera, del Padre; julio, el
mes de la patria; agosto, el mes de Santa Rosa de Lima; setiembre, el mes de la
Primavera y diciembre, navidad. Todo esto en el mundo de los limeños.
José Gálvez, decía que Lima es “la
ciudad de campanas y campanillas”.
Decimos que octubre es el mes
morado porque es una clara alusión al color del hábito que usan las personas
devotas del Señor de Los Milagros. En la novela peruana En octubre no hay milagros, encontramos la expresión de replana
“Ñorso milagrero”.
Una devota de Señor de Los
Milagros, llamada Josefa Marmanillo, esclava liberta de la zona de Cañete
padecía de un mal incurable que no le permitía juntar las manos. Ella le pidió
al “Cristo moreno”, un milagro. Cuando se produjo este, doña Josefa pensó
retribuir este prodigio de alguna manera. Una noche, mientras dormía, soñaba
que tenía los ingredientes de un riquísimo turrón que nadie lo preparaba en
Lima. Al día siguiente, preparó lo que hasta ahora conocemos como “El turrón de
Doña Pepa”.
Lima de antaño tenía entre sus
personajes pintorescos unos seres vestidos de negro riguroso, que merodeaban
las iglesias y los conventos para dedicarse a todo, menos a rezar. Estos
personajes han sido retratados por nuestros periodistas y escritores
nacionales. Uno de ellos, Manuel Ascencio Segura, “Padre del Teatro Nacional”,
tuvo entre sus protagonistas a “Ña Catita”, aféresis de Doña. Ella era la
celestina criolla que retrata a las personas de los dimes y diretes en los
barrios.
El espíritu religioso de nuestros
pueblos se caracteriza porque muchos de ellos tienen su santo o beata de
preferencia. Algunos de ellos como “La beatita de Humay”, cuyo nombre era Luisa
de La Torre. Vivió en el pueblito de Humay entre Ica y Ayacucho.
Los chalacos, es decir, los del
Callao, tienen a su Sarita Colonia, patrona de los pobres y también de las
prostitutas, según referencia de muchas rameras. Dicen que murió muy joven.
Melchora Saravia Tasayco del
distrito de Grocio Prado, en la Provincia de Chincha, es venerada por los
chinchanos. La llaman “La Melchorita”. Tanto Sarita Colonia, “La beatita de
Humay” y “La Melchorita” han sido
canonizadas por las clases humildes.
Los chimbotanos son llamados “Pata
salada”. Los limeños, “Mazamorreros”. En cuanto a los trujillanos, en especial
los que podrían ser “pitucos”, se les dice “Trujillano, Culo parao”. A los de
la selva, se les llama “charapas”, en alusión a las tortugas. Algunos
selvícolas reciben esta denominación
como un insulto. A los de Celendín (Cajamarca), les dicen “shilicos”. Los
arequipeños reciben la denominación de “Mistianos”, “Characatos”. Los del
pueblo de Panao, descendiente de los panatahuas, reciben la denominación de
“Pañacos”.
Don Antonio Raimondi-según me
cuentan los ancashinos- llamó a varias ciudades y pueblos de la siguiente
manera:
Caraz :
Dulzura
Yungay :
Hermosura
Huaraz :
Presunción
Carhuaz :
Borrachera
Recuay :
Ladronera
Macate :
Remate
Huaylas :
Cosecha
Sin embargo, el escritor Carlos
Camino Calderón atribuye estas denominaciones al Padre Chuecas, franciscano
desterrado a Huaraz.
Muchas personas con aires de
constituir una raza pura, menos en nuestro país donde “quien no tiene de inga,
tiene de mandinga”, detestan todo lo que es indio y desconocen que nuestro río
más conocido y el más aprovechado en todo el Perú , El Rímac, es un nombre que viene
del quechua. Para ser más claro, el Runa simi o Lengua del Hombre. Rímac
significa “Hablador”. Debe ser por su pasividad en casi todo el año, menos en los meses de
verano, donde habla, ruge y arrasa. “Rimac”, viene del verbo quechua “Rimay” que significa “Hablar”.
Si continuamos nuestro viaje por
otros lugares del Perú llegamos al altiplano y frente a nosotros está Puno “La
ciudad del lago”. La llaman también “La Capital Folklórica de América”.
Cuando llegamos a Cusco o por avión
o carretera estamos frente a “La Capital arqueológica de América”. Cusco, Cuzco
o Qosqo, significa “El ombligo del mundo”. Los estudiosos esotéricos, la
comparan con el Tíbet, “El techo del mundo” que era el centro de atracción de
la Era de Piscis. Desde 1947 la fuerza de atracción de la Era de Acuario, está en Los Andes.
Encontramos términos sagrados como
Vilcabamba (Willkapampa), el río Vilcanota (Willkamayo).
Cusco es conocida también como “La
Capital del Imperio de los Incas” o Tawantinsuyo (Los cuatro suyos). Viene del
quechua “tawa”, que significa “cuatro”. A propósito de TAWA, en uno de los
pueblos cercanos a Machu Picchu, ,llaman “Tawa chaqui” al cuy. Uno de los centros
arqueológicos más maravillosos que encontramos en el Departamento del Cusco es
Machu Picchu (Pico viejo). Muy cerca está El Wayna picchu (Pico joven) . Uno de los suyos, llamado Chinchaysuyo, dio
origen al pueblo de Chincha, una ciudad al sur de Lima donde vive un amigo que
le llaman “Talón rajao”. A Chincha la conocen como “Cuna de campeones”, como
reza una antigua canción popular, donde se menciona a deportistas, en especial
futbolistas y boxeadores: “Tierra de grandes poetas, boxeadores, atletas,
futbolistas sin par”. Entre ellos podemos mencionar a “Bom bom” Coronado, Mauro
Mina, Cornelio Heredia, Alberto Gallardo y otros.
El Callejón de Huaylas (Ancash) es
conocido como “La Suiza peruana”. El significado de Ancash, es azul. El
Mariscal Gamarra cambió el departamento de Huaylas por Departamento de Ancash
para perennizar una batalla donde triunfaron sus huestes.
Trujillo, “La Capital de la
Primavera”.
Huánuco, mencionada por Amarilis en
su Epístola a Belardo, es “La Ciudad
de los Caballeros del León de Huánuco”. También hemos escuchado que es “La
Ciudad de la eterna primavera”. Algunos autores y escritores comentan que
Huánuco viene de “Huañucuy”, que significa “Muérete”, tomada de un cuento de
autor peruano, donde una princesa es protegida de otros por el dios Pachacámac
(Creador del mundo), a través de la muerte.
Los lumpen la llaman con burla
“Ciudad blanca”.
Huanta, la ciudad ayacuchana es
llamada “La esmeralda de los Andes”.
Tarma, es “La perla de los Andes”,
famosa por sus paisajes maravillosos y sus alfombras de flores.
Tingo María es “La ciudad de la
bella durmiente”.
Tacna, es ”La ciudad heroica”.
Tania Libertad, artista peruana, canta a esta ciudad: “Mi tierra es un edén de
fantasía…”
El distrito de la Victoria es
conocido como “La rica Vicky”.
El Huáscar, el histórico monitor
que comandó Don Miguel Grau, es conocido como “Muralla móvil del Perú”.
En
nuestro ejército, a las mujeres de campaña se las llama “Rabonas”; en México,
“Soldaderas”. A las mujeres de la guerra gaucha, “Cantinera".
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