I. EL SUICIDIO
(Primera parte)
1.1 SUICIDIO: Es el acto de quitarse la vida
voluntariamente.
1.2 ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA
SUICIDIO: Voz formada a semejanza de homicidio, del latín SUI : de sí mismo, y
CAEDERE : Matar.
En Francés y en Inglés : suicide
En Italiano y Portugués : suicidio
En Alemán : selbsmord
1.3 El suicidio : sus razones y
sinrazones
Todo el mundo se pregunta, ¿Qué
lleva a una persona a cometer suicidio? Los sicoanalistas, siquiatras,
sicólogos, religiosos, intelectuales no han podido dar con una respuesta
convincente. En el caso del escritor A.Álvarez
y suicida fracasado, todo el que se mata lo hace lo hace simplemente porque para los patrones
que se ha construido, su vida ya no tiene sentido. En El dios salvaje (un estudio del suicidio desde la literatura), este
autor nos dice : “La interminable trama de excusas y racionalizaciones que
envuelve el acto del suicidio solo oculta el hecho de que el sujeto ha abortado
toda su energía, su pasión, sus ganas y su ambición”.
Diego Otero, periodista, manifiesta que “el suicidio es un acto
profundamente subversivo y es una agresión social como si cada suicidio
convirtiera a la sociedad en protagonista de un fracaso, porque aquella, al fin
y al cabo, le ha hurtado al suicida la esperanza y el futuro.
Cioran manifiesta con desparpajo: “La conspiración milenaria contra
el suicidio es causa de la esclerosis de las sociedades. Nos toca aprender a
destruirnos en el momento oportuno, a correr alegremente hacia nuestro espectro”.
Emile Cioran es el filósofo del suicidio. Él ha dicho: “Jamás he trabajado. He
preferido ser un parásito a ejercer un oficio. He accedido a sufrir una
relativa miseria con tal de preservar mi libertad”. Cioran padecía alzheimer.
Hay una cantidad de libros escritos
sobre el suicidio. Emile Durkheim escribió El
suicidio (1897). Explicó el fenómeno como el resultado de la falta de
integración del individuo en la sociedad.
Gustavo Perednik escribió una
novela filosófica sobre el suicidio(Ajitofel-Buenos
Aires 1988).
Han habido defensores del suicidio
como Hegesias el cirenaico; en el Fedón
de Platón; El enquiridión de
Epícteto; poemas de Lucrecio; la religión Jainista; Los pandavas; Biathanatos(1630) de John Donne; El mito de Sísifo; el ensayo de Améry Levantar la mano sobre uno mismo(1976)
es una apología filosófica del suicidio, escrita dos años antes de que Améry se
envenenara.
Así como hay defensores del
suicidio, tenemos muchos defensores de la vida en el campo filosófico,
político, religioso, etc. Millones de personas que luchan en la vida contra la
adversidad y se sobreponen a los golpes
para abrir un firmamento de paz, trabajo, amor, educación y felicidad.
ANTONIO TABUCCHI, uno de los más
destacados narradores italianos, decía que Lisboa, la capital de Portugal, le
parecía la ciudad del suicidio ideal. Decía que ya no existen en Europa, ciudades donde sea posible
suicidarse de una manera elegante. Ironías aparte, es una ciudad que lleva
consigo una sensación muy fuerte de pérdida, de alejamiento.
Los JUDÍOS sobrevivieron al
holocausto, cuyas desoladas experiencias las acompañaron durante toda su vida.
Los pueblos antiguos pensaban que
si el hombre era dueño de su vida, podía suprimirla si así lo deseaba. Otros,
consideraban al suicidio como el único recurso contra la pérdida del honor:
Verbigracia, el marino que perdía su barco, un militar de alta graduación, un
rey o un caudillo vencido, un político fracasado, etc.
En el Japón, el concepto del honor
está muy arraigado hasta en nuestros días. El suicidio para ellos es el seppuku
o suicidio ritual. En Perú, lo conocemos como haraquiri; en cambio, en el
Cristianismo, se ha considerado al suicidio como un pecado y se cree que el que
comete un suicidio, tiene las puertas del cielo cerradas. Es por eso que en el
mundo cristiano no se producen tantos suicidios.
Muchos suicidas proceden a quitarse
la vida por enfermedades físicas
incurables, tanto es así que en muchos casos, apelan la ayuda de familiares o
médicos para que se realice este ”suicidio con ayuda” , que se conoce como eutanasia. La eutanasia es un acto de
provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad
incurable para evitar que sufra. Aunque no todos los países aceptan esta
doctrina médica. Aquí en el Perú, es considerado un crimen la eutanasia.
Hay muchos casos de eutanasia como
el de los hermanos Barnard, uno de ellos realizó el primer transplante al
corazón. Voy a citar el caso de Ramón
Sampedro, un exmecánico naval
español que el 23 de agosto de 1968 sufrió una fractura que lo dejó
tetrapléjico. Solo podía moverse del cuello para arriba. Su cuerpo permaneció
postrado en la cama, pero su mente, no. Durante muchos años llevó una
disciplina de escribir por lo menos tres horas diarias mediante un palo que
sujetaba el lapicero. Escribía con los dientes sobre una especie de atril con
un rodillo en el que se deslizaba el papel. Leía bastante, en especial sobre
Derechos Humanos.
El 12 de enero de 1998 practicó su
famoso suicidio asistido. Después de su muerte se publicaron todos sus poemas,
cuyo título era Cuando yo caiga. Escribió: “La muerte
para mí es un ansia, un tierno deseo de quien está cansado y busca una amable y
fresca sombra para dormir un sueño”. Con la lucidez que le caracterizaba,
ingirió el cianuro y fue grabado en un video por un amigo.
El ser humano tiene un poderoso
instinto de conservación de la vida.
Este , mundo social. Freud
menciona al instinto de la muerte como opuesto al instinto de la vida. La
tristeza, la frustración, el odio, agresividad, timidez, desesperación y muchos
elementos opuestos a la vida influyen en
el suicida. Esta condición lleva a pensar a los especialistas que el suicida es
un desequilibrado mental que ha ido alimentando su alma por aquella vida
compleja y absurda que le tocó vivir y que influyó en el hombre para
convertirlo en un suicida.
Las personas de las ciudades se
suicidan más que las del campo; los
hombres se suicidan más que las mujeres. Las personas casadas se suicidan
menos. En este siglo XXI, las causas de los suicidios están relacionadas con
las dificultades económicas, abandono de familia, problemas en el rango y
posición social, empresarios arruinados que buscan su fin.
El sufrimiento es una de las causas
del suicidio. HENRY y SHORT que han investigado sobre el suicidio, concluyen
diciendo que el suicidio crece con la depresión y decrece con la prosperidad.
Cuando se produce el CRAC DE LA BOLSA EN WALL STREET, muchos millonarios
arruinados, se lanzaron desde las partes más altas de los edificios, otros,
escogieron descerrajarse un tiro. La película Esplendor en la hierba, nos muestra un ejemplo de prosperidad y
decadencia material y moral.
Guillermo Niño de Guzmán, nos dice que las razones pueden ser
diversas, graves, patéticas, aún ridículas, pero las ganas de morir pueden
resultar irrefrenables.
Hay otras actividades, algunas de
ellas a largo plazo, con el riesgo de muerte que pueden resultar fatales y más
peligrosos que el autoaniquilamiento. Entre ellas el puenting, exceso de
velocidad, el alcohol y las drogas.
La Agencia Reuters, señalaba en un periódico importante de Lima (1998) :
“Más de 173,000 campesinas se
suicidan cada año en las poblaciones rurales de China, lo que significa un
promedio de 474 suicidios diarios. La mayoría escogió el veneno para morir. Las
razones del suicidio incluyen la pobreza, escapar de los problemas, venganza,
hacer sentir culpables a otros, obligar a los demás a acceder a las peticiones
o probarse inocentes ante falsas acusaciones.
1.4 DERECHO PENAL.- Concepto: El
tratadista italiano Prisco lo define como la acción voluntaria por la que uno
se priva directamente de la vida. ¿Será realmente voluntaria cuando se trata de
casos de perturbación mental y aquellos en que no se halle expedito el uso de
la libertad?
1.5 SUICIDIOS INDIRECTOS: Algunos
autores escriben sobre SUICIDIOS INDIRECTOS, que son aquellos en que la persona
no intenta darse muerte, sino tan solo lo permite, como efecto involuntario que
accidentalmente se sigue de un acto ejecutado con diverso fin. Podría tratarse
de aquellos que impulsados por sentimientos patrióticos se lanzan a un peligro
donde encuentran la muerte. Igual se podría decir del radiólogo que investiga
en su laboratorio; el investigador que se inocula un virus para estudiar sus
efectos, una hermana de la caridad que vive consagrada en un hospital para
personas con enfermedades contagiosas.
Sin duda, en estos SUICIDIOS
INDIRECTOS, las personas no buscan su propia destrucción, sino que persiguen un
fin moral más grande que la vida propia que nosotros conocemos como SACRIFICIO.
La Historia y la Ciencia toman con respeto y mucho orgullo y honor este
sacrificio con la sangre de los héroes y mártires.
Existe un famoso cuadro de “El
suicida” en el museo Wiertz de Bruselas. Al observar esta obra, pienso y medito
que las guerras son también absurdas y que la paz es un manjar destinado para
todos, pero que el hombre las hace inalcanzable.
1.6 CALIFICACIÓN MORAL Y JURÍDICA
DEL SUICIDIO
Hay tres opiniones acerca del
suicidio.
Para unos, el suicida es un ser
cuya fortaleza debe admirarse.
Para otros, es un loco que merece
compasión.
La tercera opinión dice que el
suicida es un criminal cuyo delito debe castigarse con penas severísimas según
permita su especial carácter.
No debemos considerar a la energía
que se emplea para darse muerte como una fortaleza en una exaltación
momentánea. Tampoco podemos decir que es un valor. La lucha por la vida y
contra la muerte es de nunca acabar. La imperfección del hombre en una sociedad
cada vez más enrevesada y confusa conduce a estos seres por un callejón sin
regreso ni salida. El valor auténtico está en hacer frente a las contrariedades
y superar los inconvenientes y absurdos que nos ofrece la vida para ir en busca
de la paz y la felicidad que el hombre mismo las niega.
Una acción heroica que conduce al
sacrificio por el cumplimiento del deber
tiene en nuestro entorno a hombres como Miguel Grau, Francisco Bolognesi,
Daniel Alcides Carrión y tantos otros y otras.
¿Se podrá aceptar la calma del
sepulcro más que a la vida? ¿Es posible que el actor GEORGE SANDERS se haya
quitado la vida por aburrimiento? Muchos consideran este suicidio como una
abominable cobardía.
SAN AGUSTÍN, después de haber
mencionado algunos suicidios célebres en la historia, agrega estas palabras :
NON FORTITUDINIS LAUDANDAE, SED PUSILLANIMITATIS VITUPERANDAE TESTIMONIA.
1.7 ¿ES EL SUICIDIO UN ACTO DE
VALOR O COBARDÍA?
DESCURET, contesta que el hombre
que se libra “voluntariamente” del peso de la vida, muestra, a veces, cierta
energía física, pero siempre acredita cobardía moral; no tiene en efecto
paciencia; y la paciencia es el valor que sabe sufrir y esperar.
MONTAIGNE escribe “que es ser
cobarde y no valiente el ir a agacharse en una hoya, debajo de una maciza
tumba, para evitar los golpes de la fortuna; el valor no varía de camino ni
muda de paso, por recio que sea el temporal”.
NAPOLEÓN I decía : “He tenido por
máxima que un hombre manifiesta más verdadero valor soportando las calamidades
y resistiendo a los infortunios que le acosan, que deshaciéndose de la vida. El
suicidio es el acto de un jugador que todo lo ha perdido o de un pródigo
arruinado, y, en vez de ser prueba de valor, denota que se carece de él”.
Las pruebas de resignación valerosa
ante el dolor, ya sea físico o moral, han sido consideradas como signos de
superioridad en las civilizaciones antiguas. Los pueblos salvajes adquirían
resistencia al dolor con expresión de virilidad.
CARLOS SALICRÚ, decía que en ROMA
para vestir la toga viril, había una ceremonia realizada con una solemnidad y
que representaba como una consagración del dominio del hombre sobre sí mismo.
También decía el mismo autor que en los días más gloriosos de la República
romana, ni RÉGULO atenta contra su vida al regresar de Cartago, para sustraerse
al suplicio que se le prepara, ni POSTUMIO se quita la vida ante las horcas
caudinas, ni el cónsul VARRÓN se mata para no sobrevivir a su derrota.
PINEL, ESQUIROL, MARC, GALL y otros
autores consideran al suicidio como un acto de locura, y por tanto, el suicida
es digno de compasión. Existe opiniones diversas sobre el suicidio. No todos
están de acuerdo. Lo único real es la muerte de estos seres y las razones, a
veces, resultan increíbles pero forman parte de la historia humana contradictoria
y absurda y que nuestros escritores han tomado como temas para sus obras.
En Literatura, nadie tiene por loco
a AYAX TELAMONIO por atravesarse con su espada por no haber podido alcanzar las
armas de Aquiles; a la poetisa SAFO de Lesbos, echándose por el salto de
Léucates, desdeñada por Faón; DIDO, arrojándose a la hoguera, abandonada por
Eneas.
En la historia, CLEOPATRA, se hacía
picar por un áspid para no ser víctima de César; LUCRECIA, luego de ser violada
por Tarquino, se daba una puñalada letal. ANÍBAL, sorbía el veneno de su
anillo, para no caer en el poder de los romanos, DEMÓSTENES se envenenó para no
caer en poder de Filipo de Macedonia. MITRÍDATES y CATÓN forman parte de
aquella larga lista de la historia que iremos mencionando a través de las
páginas de este libro que a su vez, es el resumen de otros tantos como la
famosa Biblioteca Espasa.
BALMES, escribe : ” la razón
fundamental de la inmoralidad del suicidio está en que el hombre perturba el
orden moral destruyendo una cosa sobre la cual no tiene dominio. Somos
usufructuarios de la vida, no propietarios; se nos ha concedido comer de los
frutos del árbol, y con el suicidio nos tomamos la libertad de cortarle”.
El diccionario de Derecho penal de
AMADO EZAINE CHÁVEZ (PERÚ) define el suicidio como la muerte que se prodiga el
mismo sujeto.
La casi totalidad de las
legislaciones vigentes no consideran al suicidio como delito. Son punibles, en
cambio, la instigación al suicidio y la participación en el suicidio ajeno. El
Código Penal Peruano en su artículo 157-si es que no lo han cambiado- dice: “El
que por un móvil egoísta instigare a otro al suicidio o lo ayudare a cometerlo,
será reprimido, si el suicidio se ha consumado o intentado, con penitenciaría o
con prisión no mayor de cinco años”.