domingo, 24 de enero de 2016

                           I. EL SUICIDIO (Primera parte)

1.1 SUICIDIO:  Es el acto de quitarse la vida voluntariamente.

1.2 ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA SUICIDIO: Voz formada a semejanza de homicidio, del latín SUI : de sí mismo, y CAEDERE : Matar.
En Francés y en Inglés : suicide
En Italiano y Portugués : suicidio
En Alemán : selbsmord

1.3 El suicidio : sus razones y sinrazones

Todo el mundo se pregunta, ¿Qué lleva a una persona a cometer suicidio? Los sicoanalistas, siquiatras, sicólogos, religiosos, intelectuales no han podido dar con una respuesta convincente. En el caso del escritor A.Álvarez y suicida fracasado, todo el que se mata lo hace  lo hace simplemente porque para los patrones que se ha construido, su vida ya no tiene sentido. En El dios salvaje (un estudio del suicidio desde la literatura), este autor nos dice : “La interminable trama de excusas y racionalizaciones que envuelve el acto del suicidio solo oculta el hecho de que el sujeto ha abortado toda su energía, su pasión, sus ganas y su ambición”.

Diego Otero, periodista, manifiesta que “el suicidio es un acto profundamente subversivo y es una agresión social como si cada suicidio convirtiera a la sociedad en protagonista de un fracaso, porque aquella, al fin y al cabo, le ha hurtado al suicida la esperanza y el futuro.

Cioran manifiesta con desparpajo: “La conspiración milenaria contra el suicidio es causa de la esclerosis de las sociedades. Nos toca aprender a destruirnos en el momento oportuno, a correr alegremente hacia nuestro espectro”. Emile Cioran es el filósofo del suicidio. Él ha dicho: “Jamás he trabajado. He preferido ser un parásito a ejercer un oficio. He accedido a sufrir una relativa miseria con tal de preservar mi libertad”. Cioran padecía alzheimer.

Hay una cantidad de libros escritos sobre el suicidio. Emile Durkheim escribió El suicidio (1897). Explicó el fenómeno como el resultado de la falta de integración del individuo en la sociedad.

Gustavo Perednik escribió una novela filosófica sobre el suicidio(Ajitofel-Buenos Aires 1988).

Han habido defensores del suicidio como Hegesias el cirenaico; en el Fedón de Platón; El enquiridión de Epícteto; poemas de Lucrecio; la religión Jainista; Los pandavas; Biathanatos(1630) de John Donne; El mito de Sísifo; el ensayo de Améry Levantar la mano sobre uno mismo(1976) es una apología filosófica del suicidio, escrita dos años antes de que Améry se envenenara.

Así como hay defensores del suicidio, tenemos muchos defensores de la vida en el campo filosófico, político, religioso, etc. Millones de personas que luchan en la vida contra la adversidad y se  sobreponen a los golpes para abrir un firmamento de paz, trabajo, amor, educación y felicidad.

ANTONIO TABUCCHI, uno de los más destacados narradores italianos, decía que Lisboa, la capital de Portugal, le parecía la ciudad del suicidio ideal. Decía que ya no existen  en Europa, ciudades donde sea posible suicidarse de una manera elegante. Ironías aparte, es una ciudad que lleva consigo una sensación muy fuerte de pérdida, de alejamiento.

Los JUDÍOS sobrevivieron al holocausto, cuyas desoladas experiencias las acompañaron durante toda su vida.

Los pueblos antiguos pensaban que si el hombre era dueño de su vida, podía suprimirla si así lo deseaba. Otros, consideraban al suicidio como el único recurso contra la pérdida del honor: Verbigracia, el marino que perdía su barco, un militar de alta graduación, un rey o un caudillo vencido, un político fracasado, etc.

En el Japón, el concepto del honor está muy arraigado hasta en nuestros días. El suicidio para ellos es el seppuku o suicidio ritual. En Perú, lo conocemos como haraquiri; en cambio, en el Cristianismo, se ha considerado al suicidio como un pecado y se cree que el que comete un suicidio, tiene las puertas del cielo cerradas. Es por eso que en el mundo cristiano no se producen tantos suicidios.

Muchos suicidas proceden a quitarse la vida  por enfermedades físicas incurables, tanto es así que en muchos casos, apelan la ayuda de familiares o médicos para que se realice este ”suicidio con ayuda” , que se conoce como eutanasia. La eutanasia es un acto de provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra. Aunque no todos los países aceptan esta doctrina médica. Aquí en el Perú, es considerado un crimen la eutanasia.

Hay muchos casos de eutanasia como el de los hermanos Barnard, uno de ellos realizó el primer transplante al corazón. Voy a citar el caso de Ramón Sampedro, un exmecánico naval español que el 23 de agosto de 1968 sufrió una fractura que lo dejó tetrapléjico. Solo podía moverse del cuello para arriba. Su cuerpo permaneció postrado en la cama, pero su mente, no. Durante muchos años llevó una disciplina de escribir por lo menos tres horas diarias mediante un palo que sujetaba el lapicero. Escribía con los dientes sobre una especie de atril con un rodillo en el que se deslizaba el papel. Leía bastante, en especial sobre Derechos Humanos.
El 12 de enero de 1998 practicó su famoso suicidio asistido. Después de su muerte se publicaron todos sus poemas, cuyo título era  Cuando yo caiga. Escribió: “La muerte para mí es un ansia, un tierno deseo de quien está cansado y busca una amable y fresca sombra para dormir un sueño”. Con la lucidez que le caracterizaba, ingirió el cianuro y fue grabado en un video por un amigo.

También se suicidan por enfermedades mentales, situación económica desesperante, drogas, depresión, por amor, venganza y tantos otros motivos propios de los siglos que se viven, ya sea en las sociedades agrícolas, industriales o en esta tercera ola, según la terminología de Alvin Toffler, el futurólogo  americano.

El ser humano tiene un poderoso instinto de conservación de la vida.  Este , mundo social. Freud menciona al instinto de la muerte como opuesto al instinto de la vida. La tristeza, la frustración, el odio, agresividad, timidez, desesperación y muchos elementos  opuestos a la vida influyen en el suicida. Esta condición lleva a pensar a los especialistas que el suicida es un desequilibrado mental que ha ido alimentando su alma por aquella vida compleja y absurda que le tocó vivir y que influyó en el hombre para convertirlo en un suicida.

Las personas de las ciudades se suicidan  más que las del campo; los hombres se suicidan más que las mujeres. Las personas casadas se suicidan menos. En este siglo XXI, las causas de los suicidios están relacionadas con las dificultades económicas, abandono de familia, problemas en el rango y posición social, empresarios arruinados que buscan su fin.

El sufrimiento es una de las causas del suicidio. HENRY y SHORT que han investigado sobre el suicidio, concluyen diciendo que el suicidio crece con la depresión y decrece con la prosperidad. Cuando se produce el CRAC DE LA BOLSA EN WALL STREET, muchos millonarios arruinados, se lanzaron desde las partes más altas de los edificios, otros, escogieron descerrajarse un tiro. La película Esplendor en la hierba, nos muestra un ejemplo de prosperidad y decadencia material y moral.

Guillermo Niño de Guzmán, nos dice que las razones pueden ser diversas, graves, patéticas, aún ridículas, pero las ganas de morir pueden resultar irrefrenables.
Hay otras actividades, algunas de ellas a largo plazo, con el riesgo de muerte que pueden resultar fatales y más peligrosos que el autoaniquilamiento. Entre ellas el puenting, exceso de velocidad, el alcohol y las drogas.

La Agencia Reuters, señalaba en un periódico importante de Lima (1998) :
“Más de 173,000 campesinas se suicidan cada año en las poblaciones rurales de China, lo que significa un promedio de 474 suicidios diarios. La mayoría escogió el veneno para morir. Las razones del suicidio incluyen la pobreza, escapar de los problemas, venganza, hacer sentir culpables a otros, obligar a los demás a acceder a las peticiones o probarse inocentes ante falsas acusaciones.

1.4 DERECHO PENAL.- Concepto: El tratadista italiano Prisco lo define como la acción voluntaria por la que uno se priva directamente de la vida. ¿Será realmente voluntaria cuando se trata de casos de perturbación mental y aquellos en que no se halle expedito el uso de la libertad?

1.5 SUICIDIOS INDIRECTOS: Algunos autores escriben sobre SUICIDIOS INDIRECTOS, que son aquellos en que la persona no intenta darse muerte, sino tan solo lo permite, como efecto involuntario que accidentalmente se sigue de un acto ejecutado con diverso fin. Podría tratarse de aquellos que impulsados por sentimientos patrióticos se lanzan a un peligro donde encuentran la muerte. Igual se podría decir del radiólogo que investiga en su laboratorio; el investigador que se inocula un virus para estudiar sus efectos, una hermana de la caridad que vive consagrada en un hospital para personas con enfermedades contagiosas.

Sin duda, en estos SUICIDIOS INDIRECTOS, las personas no buscan su propia destrucción, sino que persiguen un fin moral más grande que la vida propia que nosotros conocemos como SACRIFICIO. La Historia y la Ciencia toman con respeto y mucho orgullo y honor este sacrificio con la sangre de los héroes y mártires.

Existe un famoso cuadro de “El suicida” en el museo Wiertz de Bruselas. Al observar esta obra, pienso y medito que las guerras son también absurdas y que la paz es un manjar destinado para todos, pero que el hombre las hace inalcanzable.

1.6 CALIFICACIÓN MORAL Y JURÍDICA DEL SUICIDIO

Hay tres opiniones acerca del suicidio.
Para unos, el suicida es un ser cuya fortaleza debe admirarse.
Para otros, es un loco que merece compasión.
La tercera opinión dice que el suicida es un criminal cuyo delito debe castigarse con penas severísimas según permita su especial carácter.
No debemos considerar a la energía que se emplea para darse muerte como una fortaleza en una exaltación momentánea. Tampoco podemos decir que es un valor. La lucha por la vida y contra la muerte es de nunca acabar. La imperfección del hombre en una sociedad cada vez más enrevesada y confusa conduce a estos seres por un callejón sin regreso ni salida. El valor auténtico está en hacer frente a las contrariedades y superar los inconvenientes y absurdos que nos ofrece la vida para ir en busca de la paz y la felicidad que el hombre mismo las niega.

Una acción heroica que conduce al sacrificio  por el cumplimiento del deber tiene en nuestro entorno a hombres como Miguel Grau, Francisco Bolognesi, Daniel Alcides Carrión y tantos otros y otras.

¿Se podrá aceptar la calma del sepulcro más que a la vida? ¿Es posible que el actor GEORGE SANDERS se haya quitado la vida por aburrimiento? Muchos consideran este suicidio como una abominable cobardía.

SAN AGUSTÍN, después de haber mencionado algunos suicidios célebres en la historia, agrega estas palabras : NON FORTITUDINIS LAUDANDAE, SED PUSILLANIMITATIS VITUPERANDAE TESTIMONIA.

1.7 ¿ES EL SUICIDIO UN ACTO DE VALOR O COBARDÍA?

DESCURET, contesta que el hombre que se libra “voluntariamente” del peso de la vida, muestra, a veces, cierta energía física, pero siempre acredita cobardía moral; no tiene en efecto paciencia; y la paciencia es el valor que sabe sufrir y esperar.

MONTAIGNE escribe “que es ser cobarde y no valiente el ir a agacharse en una hoya, debajo de una maciza tumba, para evitar los golpes de la fortuna; el valor no varía de camino ni muda de paso, por recio que sea el temporal”.

NAPOLEÓN I decía : “He tenido por máxima que un hombre manifiesta más verdadero valor soportando las calamidades y resistiendo a los infortunios que le acosan, que deshaciéndose de la vida. El suicidio es el acto de un jugador que todo lo ha perdido o de un pródigo arruinado, y, en vez de ser prueba de valor, denota que se carece de él”.

Las pruebas de resignación valerosa ante el dolor, ya sea físico o moral, han sido consideradas como signos de superioridad en las civilizaciones antiguas. Los pueblos salvajes adquirían resistencia al dolor con expresión de virilidad.

CARLOS SALICRÚ, decía que en ROMA para vestir la toga viril, había una ceremonia realizada con una solemnidad y que representaba como una consagración del dominio del hombre sobre sí mismo. También decía el mismo autor que en los días más gloriosos de la República romana, ni RÉGULO atenta contra su vida al regresar de Cartago, para sustraerse al suplicio que se le prepara, ni POSTUMIO se quita la vida ante las horcas caudinas, ni el cónsul VARRÓN se mata para no sobrevivir a su derrota.

PINEL, ESQUIROL, MARC, GALL y otros autores consideran al suicidio como un acto de locura, y por tanto, el suicida es digno de compasión. Existe opiniones diversas sobre el suicidio. No todos están de acuerdo. Lo único real es la muerte de estos seres y las razones, a veces, resultan increíbles pero forman parte de la historia humana contradictoria y absurda y que nuestros escritores han tomado como temas para sus obras.

En Literatura, nadie tiene por loco a AYAX TELAMONIO por atravesarse con su espada por no haber podido alcanzar las armas de Aquiles; a la poetisa SAFO de Lesbos, echándose por el salto de Léucates, desdeñada por Faón; DIDO, arrojándose a la hoguera, abandonada por Eneas.

En la historia, CLEOPATRA, se hacía picar por un áspid para no ser víctima de César; LUCRECIA, luego de ser violada por Tarquino, se daba una puñalada letal. ANÍBAL, sorbía el veneno de su anillo, para no caer en el poder de los romanos, DEMÓSTENES se envenenó para no caer en poder de Filipo de Macedonia. MITRÍDATES y CATÓN forman parte de aquella larga lista de la historia que iremos mencionando a través de las páginas de este libro que a su vez, es el resumen de otros tantos como la famosa Biblioteca Espasa.

BALMES, escribe : ” la razón fundamental de la inmoralidad del suicidio está en que el hombre perturba el orden moral destruyendo una cosa sobre la cual no tiene dominio. Somos usufructuarios de la vida, no propietarios; se nos ha concedido comer de los frutos del árbol, y con el suicidio nos tomamos la libertad de cortarle”.

El diccionario de Derecho penal de AMADO EZAINE CHÁVEZ (PERÚ) define el suicidio como la muerte que se prodiga el mismo sujeto.


La casi totalidad de las legislaciones vigentes no consideran al suicidio como delito. Son punibles, en cambio, la instigación al suicidio y la participación en el suicidio ajeno. El Código Penal Peruano en su artículo 157-si es que no lo han cambiado- dice: “El que por un móvil egoísta instigare a otro al suicidio o lo ayudare a cometerlo, será reprimido, si el suicidio se ha consumado o intentado, con penitenciaría o con prisión no mayor de cinco años”.
                                  PRESENTACIÓN

El suicidio ha existido desde hace miles de años, existe y ojalá deje de existir. Tendría que ser una auténtica revolución, sin armas ni doctrinas donde los seres humanos dejen la ambición y el poder y empiecen a encontrar la esencia de la felicidad en las cosas simples de la vida.

Diógenes le decía a Alejandro, el hijo de Filipo de Macedonia “que se haga a un lado que le quita el sol” , mientras Alejandro le ofrecía riquezas. La sencillez se ha ido complicando a través del tiempo. Luchamos y morimos para tener muchas cosas que no son tan necesarias en la vida y que solo marca un status que ha ido creando a través del tiempo odio y desamor. Cuando leemos la historia del suicidio encontramos el ridículo, el poder, la pasión, aquella cosa que llamamos honor y que los filósofos, los poetas, los artistas, los políticos y militares han ido tiñendo la vida de rojo y negro: Sangre y muerte para vivir con ellas un mundo donde el absurdo se impone a la realidad. ¿Será cierto lo que dice Jean Paul Sartre que “El infierno son los demás”? ¿Estás obligado a vivir de acuerdo a las normas que la sociedad te impone? Para ser honesto y una persona de bien, ¿Necesitas saco y corbata?

Los pobres imitan a los ricos y sufren cuando son explotados y muchas veces acaban con sus vidas, prefieren a vivir, la otra opción que es la más negativa, la más difícil, la más absurda: la muerte.

 La verdadera filosofía de la vida es aquella donde el hombre se enfrenta a la pobreza, al odio, la venganza, al aburrimiento a las malas pasiones, al dolor, a las leyes injustas, a los arrebatos de la naturaleza, a la ignorancia, a las doctrinas cargadas de odio hacia los seres humanos, al individualismo, al racismo, a los malos gobernantes. Solamente existe un arma para ser feliz y olvidar la otra opción: El amor.

Esta arma maravillosa tuvo sus atisbos en la historia del mundo y se fue infectando a través del tiempo que solo nos hemos dedicado a citarla y convertirla en una simple palabra al igual que los políticos, quienes  citan la palabra democracia pero que no viven en ella.

Los invito a leer este libro cuyos contenidos tomé de otros libros, periódicos, revistas, Internet, etc. Y puedan sacar conclusiones de por qué las personas se suicidan.  Por qué prefieren la otra opción a la vida. ¿Es que están realmente enfermas y no existe una razón poderosa-además del amor- para salvarse?

Siempre habrá muchísimas razones para los que se quitan la vida y  que nos sorprenden en las calles,  los diarios y en las noticias de la televisión. A pesar de toda esa variedad que se emplea para decirle adiós a la vida, nosotros escogemos el amor a la naturaleza, a la familia, a los animales, a los libros, al arte a los amigos y a todo aquello que nos haga sentirnos bien y que nos permita alejarnos de la otra opción.

                                                                                                       Eddy Gamarra


           GRACIAS A LA VIDA
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando.
………………………………………………………

                                             Violeta Parra
Eddy Gamarra Tirado







LA OTRA OPCIÓN

Sobre el suicidio