PRESENTACIÓN
El suicidio ha existido desde hace
miles de años, existe y ojalá deje de existir. Tendría que ser una auténtica
revolución, sin armas ni doctrinas donde los seres humanos dejen la ambición y
el poder y empiecen a encontrar la esencia de la felicidad en las cosas simples
de la vida.
Diógenes le decía a Alejandro, el
hijo de Filipo de Macedonia “que se haga a un lado que le quita el sol” ,
mientras Alejandro le ofrecía riquezas. La sencillez se ha ido complicando a
través del tiempo. Luchamos y morimos para tener muchas cosas que no son tan
necesarias en la vida y que solo marca un status que ha ido creando a través
del tiempo odio y desamor. Cuando leemos la historia del suicidio encontramos
el ridículo, el poder, la pasión, aquella cosa que llamamos honor y que los
filósofos, los poetas, los artistas, los políticos y militares han ido tiñendo
la vida de rojo y negro: Sangre y muerte para vivir con ellas un mundo donde el
absurdo se impone a la realidad. ¿Será cierto lo que dice Jean Paul Sartre que
“El infierno son los demás”? ¿Estás obligado a vivir de acuerdo a las normas
que la sociedad te impone? Para ser honesto y una persona de bien, ¿Necesitas
saco y corbata?
Los pobres imitan a los ricos y
sufren cuando son explotados y muchas veces acaban con sus vidas, prefieren a
vivir, la otra opción que es la más negativa, la más difícil, la más absurda:
la muerte.
La verdadera filosofía de la vida es aquella
donde el hombre se enfrenta a la pobreza, al odio, la venganza, al aburrimiento
a las malas pasiones, al dolor, a las leyes injustas, a los arrebatos de la
naturaleza, a la ignorancia, a las doctrinas cargadas de odio hacia los seres
humanos, al individualismo, al racismo, a los malos gobernantes. Solamente
existe un arma para ser feliz y olvidar la otra opción: El amor.
Esta arma maravillosa tuvo sus
atisbos en la historia del mundo y se fue infectando a través del tiempo que
solo nos hemos dedicado a citarla y convertirla en una simple palabra al igual
que los políticos, quienes citan la palabra
democracia pero que no viven en ella.
Los invito a leer este libro cuyos
contenidos tomé de otros libros, periódicos, revistas, Internet, etc. Y puedan
sacar conclusiones de por qué las personas se suicidan. Por qué prefieren la otra opción a la vida.
¿Es que están realmente enfermas y no existe una razón poderosa-además del
amor- para salvarse?
Siempre habrá muchísimas razones
para los que se quitan la vida y que nos
sorprenden en las calles, los diarios y
en las noticias de la televisión. A pesar de toda esa variedad que se emplea
para decirle adiós a la vida, nosotros escogemos el amor a la naturaleza, a la
familia, a los animales, a los libros, al arte a los amigos y a todo aquello
que nos haga sentirnos bien y que nos permita alejarnos de la otra opción.
Eddy Gamarra
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