(42)EL MUNDO DE LA ORTOGRAFÍA
Si la ortografía fuera un reino
medieval donde los caballeros con sus yelmos, lanzas y corazas, arneses y
hachas estarían cortando cabezas a tantos infieles por el simple pecado de no
escribir correctamente. Sin embargo, en nuestra época, con policías, silbatos, motos y tanta
inseguridad ciudadana, la ortografía se ha convertido en una falta que no se
castiga con la muerte. Los más felices son aquellos que no quieren ver sus
errores, pero que han perdido la vista como los personajes de Saramago. “No hay
peor ciego que el que no quiere ver”, reza una crítica popular. Las personas no
están con el ánimo de corregir. La ortografía, para ellos se ha convertido en
un danzón popular y trasnochado que cuando me atrevo a cantar a mandíbula
batiente los errores que tenemos y que están a la vista de todo el mundo, más
de uno se irrita y ruega por mi desaparición.
Recuerdo a Ilya Ehrenburg, un
escritor ruso que solía decir: “Podrán fusilar mi cuerpo, pero no podrán
fusilar mi espíritu”. Me
costó bastante que le pusieran a “tú” la tilde. Ahora que estamos de fiesta
podemos decir con propiedad: “Claret, un joven como tú”. Se ve más hermoso y
más valioso, porque la expresión se convierte en auténtica, original.
A pesar de mis ojos cansados, todavía
logro leer en la entrada del colegio “Buzon de quejas y sugerencias”. El color
es rojo y llama la atención, no tanto por el color sino por el error. La
palabra “buzón” como palabra aguda terminada en “n” debe llevar tilde, pero no
está. El buzón es bonito , atractivo para todas las personas que ingresan al
colegio o esperan a sus hijos a la hora de salida; sin embargo, no le han
puesto la tilde. No creo que el sol o el frío hayan contaminado nuestros ojos y no ubiquemos al
pobre buzón desprotegido de una tilde y de la mirada crítica de este mortal.
¡Qué diría el Ingenioso Hidalgo
Don Quijote de La Mancha! Quien se vería obligado por las circunstancias entre
atenuantes y agravantes a continuar
con la meliflua expresión de “Caballero
de la triste figura”. Regresar al mundo de la Edad Media y subir a un Rocinante
para andar por los caminos de Inicial y ” desfacer entuertos” ortográficos hasta ubicar entre los molinos
de viento que alimentan la fantasía de nuestros niños , un genio maléfico que
le arrebató la tilde a una Sala de usos múltiples, toda vez que las palabras
esdrújulas como “múltiples” , llevan tilde sin excepción.
Ayúdenme amigos y amigas de la
ortografía a ubicar estas palabrejas y darles una escritura correcta o una
tilde nobiliaria para defender como Don Quijote la legalidad de la ortografía
en un mundo de ciegos y sordos donde cada uno de nosotros quiere ver lo que le
conviene ver.
La importancia
de llamarse Juan
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