(32) La literatura peruana y el arte
Pedro Peralta y
Barnuevo (1695-1743)
Poeta y escritor
peruano. Lo llamaron “El Pico de la Mirándola del Perú”, porque abarcó varias
disciplinas de las Letras y Ciencias. También le decían “El Doctor Océano”. Fue
tres veces rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Juan Espinosa Medrano (1629-1682)
Escritor peruano llamado “El lunarejo”, por una mancha grande
que tenía en el rostro. Sacerdote de cuna humilde que nunca se avergonzó de su
raza. Brillante orador sagrado. Lo llamaron “El Doctor Sublime”, “El Demóstenes
criollo”.
Juan del Valle Caviedes (S. XVII)
Poeta español. Lo llamaban “El poeta de la ribera”, porque
tenía un puesto en “Los cajones de la ribera que eran tiendecitas cerca de la
Plaza de Armas. También lo llamaron “El Villon criollo”, por la vida disoluta
que llevó.
Clorinda Matto de
Turner (1852-1909),
hija de Ramón Torres Matos y de Grimanesa
Usandivaras. El apellido Torres Matos
es transformado en Matto. Casada con el inglés Juan Turner. De ahí su
nombre. Cuando vivía en Tinta (Cusco), enviaba su producción intelectual con
seudónimos variados: Mary, Lucrecia, Rosario, Adelfa. Ella escribió Aves sin nido.
Manuel Atanasio Fuentes (1820-1889)
Exponente del periodismo satírico republicano a la vez que
ensayista. Con el mismo sarcasmo con que ataca a los demás, contará su vida :
“Avara de huesos fue conmigo la providencia. Diome los necesarios pero pequeños…mido vara y
menos de cuarta, y pesaré a lo más
noventa libras, incluso las ropas y las patillas”.
A él se le conoce como “El
murciélago”. Aunque conservador como el escritor Pardo y Aliaga, era agudo
y cáustico. Uno de sus preferidos fue el
General Miguel Iglesias…
“A
mi tío don miguel
Cura
hicieron de San Blas
Canónigo
se hizo él;
Háganme
a mí coronel
Y
yo me haré lo demás”.
En su poema Lo que
tenemos y lo que no tenemos, escribe las características de muchos
gobiernos en nuestro país…
En
medio, pues, de tanto beneficio,
En
la línea de todo lo moderno,
Nos
falta ¡poca cosa!...buen gobierno,
Y
nos falta también…algo de juicio”.
José Antonio de Lavalle (1833-1893)
Conocido como “Perpetuo antañón”. Además de escritor,
diplomático y dirigente político. Cuñado de Manuel Pardo. Escribió sobre
figuras del pasado como Pablo de Olavide, La monja alférez, Micaela Villegas,
“La Perricholi” y otras.
Pedro Paz Soldán y
Unanue (1895-1939)
Su seudónimo es Juan
de Arona. Autor de Diccionario de
Peruanismos, donde mezcla su erudición clásica con su picante sabor
criollo.
Nieto de Don Hipólito Unanue.
Don Ricardo Palma (1833-1919)
Fray Salvador Herrera escribe un libro interesante y
polémico sobre el autor de Las tradiciones peruanas. Después de leer a este
escritor, nos preguntamos si su apellido materno es Soriano o Carrillo. También
tenemos otro apellido: Mena.
En un principio firmaba como Manuel Ricardo. Este obispo
franciscano que escribió el documentado libro La cuna de Ricardo Palma, nos hace reflexionar sobre la situación
del provinciano que venía a Lima y era maltratado. Muchos niegan su origen
serrano y se hacen pasar como “lemeños” y evitar que le digan “Cholos” o
“indios”. He tenido la oportunidad de conocer a mucha gente que hablaba quechua
y negaba que lo sabía. Sin embargo, en sus fiestas, después de unas copas, les
sale el mundo andino y hablan, cantan en quechua.
¿ Será cierto que Palma era hijo ilegítimo de Don Gregorio
Palma y Doña Francisca Mena? Sus hermanos y hermanas nacieron y fueron
bautizados en Talavera de la Reina.
Carlos Romero, compañero de trabajo de Palma en la Biblioteca
Nacional y después bibliotecario solía decir “Palma no es Palma”.
Los que sostienen a Ricardo Palma, nacido en Lima, se basan
en la partida existente en el Sagrario de Lima. Figura con el nombre “Manuel” y
como hijo de Guillermina Carrillo. No figura “Ricardo”.
Se asegura que Palma, en un comienzo , firmaba como “Manuel
R.”, luego, como “Ricardo”, simplemente.
Para Porras, la madre del tradicionista, no fue Guillermina
Carrillo como aparece en la capilla del Sagrario, sino más bien su hija, Doña
Dominga Soriano.
En una carta autógrafa a Don Francisco García Calderón, le
dice que es arequipeño. Una dedicatoria a una dama apurimeña de un libro suyo,
la llama codepartamentana.
Doña Justa Palma, quien poseía cartas de Don Ricardo Palma,
tratándola de hermana, era de un parecido extraordinario y aseguraba que su
hermano fue traído a Lima a tierna edad.
Don David Samanez Ocampo transitaba con su hijo por
Miraflores y, pasaron por la casa de Palma, el cual se hallaba en una mecedora,
con una manta sobre las rodillas y su clásica boina sobre la cabeza, pues ya
era muy anciano. El expresidente del Perú, después de saludarlo, dijo a su
hijo: “Este señor que ves ahí es don Ricardo Palma, que siendo un perfecto
serrano de Talavera, quiere pasar por limeño”…Unos paisanos que visitaron a
Palma en la Biblioteca Nacional escucharon decir a uno de ellos: “Pero Ricardo,
tú no puedes negar nunca que eres talacho”. Eso no le gustó porque Palma
trataba siempre de pasar por limeño.
Debe haber razones poderosas para que Palma negara su tierra
y apellidos. Los invito a leer el hermoso y documentado libro de Fray Salvador
Herrera porque lo que escribo de su libro, es apenas un bocadillo. Agradezco al
profesor, abogado y amigo Jorge Cósar que me obsequió esta joya biográfica.
José Santos Chocano (1875-1934)
Poeta modernista peruano llamado “El poeta de América” o “El
cantor de América” como él mismo lo dijera en su poema Blasón (primer verso).
Domingo Martínez Luján (1875-1933), poeta modernista con
influencia de Darío y Verlaine. Bohemio impenitente, decía Jorge Basadre. Amigo
del alcohol y las malas noches. Firmaba con el seudónimo “Domingo del Prado”.
Enrique Carrillo
Nacido en 1877. Prosista del Modernismo, ameno cronista.
Estudioso de la poesía de Eguren. Usa el seudónimo de “Cabotín”.
Conde de la Granja (1636-1717)
Autor de Vida de Santa
Rosa de Santa María. Su nombre verdadero fue Luis Antonio de Oviedo y
Herrera.
Inca Garcilaso de la
Vega (1539-1616)
Hijo del capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y de
la princesa incaica Chimpu Ocllo.
Cronista mestizo que llevó el nombre de Gómez Suárez de Figueroa. Autor de Los
Comentarios Reales de los Incas y considerado como “El primer mestizo biológico
y espiritual del Perú”. La madre de nuestro escritor fue bautizada con el
nombre de Isabel.
José Gálvez (1885-1957), poeta, maestro
universitario y político peruano. Autor de Una
Lima que se va. Las lecturas de Juan Ramón Jiménez llevaron a Gálvez a
escribir cartas al autor de Platero y yo
como si fuera “Georgina Hubner”, que en verdad era la hermanita de un compañero
de trabajo de Gálvez. La intención era
conseguir libros y pensamientos de su autor favorito. Este juego realizado en
forma picaresca por nuestro poeta termina con el poema elegíaco escrito por
Juan Ramón: Georgina Hubner en el cielo de Lima.
Rosa Sosa de Miro Quesada
“M. de Sirró” es el seudónimo de la poetisa y escritora, cuya
obra en prosa y en verso estaba inédita cuando José de la Riva Agüero, escribió
un prólogo que figura en el capítulo XXI de su libro Carácter de la Literatura del Perú Independiente: Estudios de
Literatura Peruana (Del Inca Garcilaso a Eguren). Tomo II.
Abraham Valdelomar
Pinto (1888-1919)
Poeta y escritor peruano. Autor de bellos cuentos como Hebaristo, el sauce que murió de amor, El
Caballero Carmelo y otros. Valdelomar que fue fundador del grupo
“Colónida”, se hacía llamar Conde de Lemos. Apoyó la candidatura de Billinghurst, “Pan grande”. Miguel de Priego lo llamó “El
Conde Plebeyo”.
José Carlos Mariátegui
La Chira (1894-1930)
Ensayista, político y crítico peruano. Usó el seudónimo de
“Juan Croniqueur” en 1914 cuando publicó en La Prensa, su primer artículo.
Escribió Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana.
José Faustino Sánchez
Carrión (1787-1825)
Estudió en el Convictorio Carolino como muchos de los
ardientes defensores ideológicos de la
Revolución emancipadora. Escribe en el periódico La Abeja Republicana con el
seudónimo “El Solitario de Sayán”.
Manuel Moncloa y
Covarrubias
(1859-1911)
Firmaba sus obras con el seudónimo de “Cloamón” . Autor de
zarzuelas y teatro. Escribió Las
cojinovas , que es un relato sobre la huachafería limeña.
Federico Blume (1863-1936)
Con el seudónimo
“Balduque” y Federico Elguera
(1860-1918), con el seudónimo “Barón de Keef”, eran humoristas de espíritu
liberal. Tenían la influencia de González Prada y llegaron a escribir una
parodia de la primera estrofa del Himno Nacional:
Largo
tiempo el peruano oprimido
La
ominosa cadena arrastró
Y
arrastrándola el pobre ha seguido
Desde
el día en que el himno cantó”.
Los dos juntos firmaban F+F . Elguera fue alcalde de Lima entre 1901 y 1908.
Adolfo Vienrich escribió con el seudónimo de “Unos
parias”, su libro Azucenas quechuas.
José Joaquín de Larriva
y Ruiz (1780-1832)
Espíritu veleidoso y pícaro. Estudió en el Convictorio Carolino
cuando era rector Toribio Rodríguez de Mendoza. Recibió órdenes sacerdotales.
Fue protegido del Virrey Abascal. Se dedicó al periodismo satírico.
Conservador, enemigo de Bolívar y Sucre. Unos versos suyos sobre Bolívar rezan
así:
“Pero
fuera de esto
El
tal don Simón
Nunca
ha sido santo
De
mi devoción”.
Es conocida su batalla literaria con Felipe Pardo y Aliaga.
José de la Riva Agüero (1885-1944), pertenecía a una vieja
familia aristocrática. Se jactaba de su título nobiliario: Marqués de Montealegre
y Aulestia. Descendiente del Presidente Riva Agüero. Escribió La Historia del Perú.
José Baquíjano y
Carrillo
(1751-1818), autor del “Elogio”, famoso discurso que pronunció cuando llegó un
virrey, pero que no tuvo nada de “Elogio”. Tenía el título de Conde de Vista
Florida. Melgar le dedicó un poema.
“Concolorcorvo”
Es el seudónimo de Alonso Carrió de la Vandera, autor de El lazarillo de ciegos caminantes.
Príncipe de Esquilache, era Eduardo Garcés, aunque nacido
en Oporto. Era un cronista.
Francisco del Castillo (1714-1770)
Conocido también como “El Ciego de la Merced”. Ha cultivado
la poesía satírica en el Perú. Para muestra, un botón…
A
uno que se apellidaba Paniagua
“Un
fortunón desmedido
En
su nombre lleva usted
Pues
para el hambre y la sed
Le
basta con su apellido”.
“Amarilis”, es el seudónimo de una poetisa
peruana de la Colonia. Hay tesis acerca del nombre de la autora. La más
polémica, señala que fue hombre. Amarilis escribió Epístola a Belardo dedicada a Lope de Vega. Esta obra fue publicada
en La Filomena, del poeta español.
Estudios recientes de Lohman Villena han señalado que la
autora de la epístola es María Rojas Garay.
Enrique López Albújar (1872-1966), autor de Cuentos andinos y otras obras. Cuando
escribió en el semanario La Tunda,
utilizó el seudónimo de León Cobos. También empleó el seudónimo de Sansón
Carrasco.
En su novela
Matalaché, tenemos la famosa riña de cumananas o décimas musicalizadas
entre el negro Nicanor, “Manos de plata”
y José Manuel, “Matalaché”.
Zoila Aurora Cáceres (1877-1958), hija del General
Cáceres con Doña Antonia Moreno de Cáceres. Usó el seudónimo de “Evangelina”.
Según la referencia de Luis Alberto Sánchez (LAS), publicó una novela La rosa muerta. Amante de tertulias
literarias. Presidió en Lima y París, veladas literarias.
Es tan real y tan cierto que las personas prefieren su nombre
artístico, literario, religioso, sin dejar de lado el político cuando son
bautizados por los periodistas o el pueblo. Continuamos con la importancia de tener
un nombre que te lleva a la fama, poder o la ruina.
El extraordinario y prolífico humorista político Luis Felipe
Angell es conocido en el mundo como SOFOCLETO.
Camilo Blas es el seudónimo de Alfonso Sánchez
Urteaga, pintor peruano.
Apurímak es el seudónimo de Alejandro
González, pintor peruano.
María Emilio Cornejo, usó el seudónimo de María Márquez.
Algunos poemas se difundieron en la revista
Eros. Su temprana muerte segó una personalidad con talento.
Ladislao Plazencky, poeta, escritor y pintor peruano.
Su verdadero nombre es Ladislao Plasencia. Anteriormente, cuando era colegial, publicó
sus libros con el seudónimo de Ladislao Armiño.
Gamaliel Churata, es el seudónimo de Arturo Peralta,
narrador indigenista.
Kilku Waraka, es Andrés Alencastre, poeta indigenista.
José Diez Canseco (1904-1949), periodista y escritor
peruano. Perteneció a la aristocracia limeña de ese entonces. Ha usado alguna
vez los seudónimos de “Sebastián Fomeque y Beteta”; “El Coronel Fiestas”.
Escribió Estampas mulatas.
Óscar Miro Quesada de
la Guerra,
periodista, escritor, amante de temas científicos. Usó el seudónimo de RACSO.
Manuel Robles Alarcón usó el seudónimo de “Lloque Runa”.
Nació en Apurímac. Modesto empleado de la Administración Pública.
Nicanor de la Fuente es “Nixa”.
Cuando Víctor Raúl
Haya de la Torre escribió una comedia, usó el nombre de “Juan Amateur”.
César Vallejo empleó alguna vez el seudónimo
“Korriskosso”. Sus compañeros de La Bohemia de Trujillo, también usaron
seudónimos como…
“Fradique”…Antenor Orrego
“José Matías”…José Eulogio Garrido
“Ruskin”…Federico Esquerre
“Julito Calabrés”…Julio Gálvez
Macedonio de la Torre, usó “Reyecito”.
Víctor Raúl, “El príncipe de la gran ventura”
Francisco Xandoval, era “El moroTarrarura”.
El periodista Adán Felipe Mejía, firmó como “El Corregidor”.
Delia Castro de González es “La Misteriosa”.
Mercedes Cabello de
Carbonera
(1845-1909), periodista y escritora moqueguana, empleó el seudónimo de
“Enriqueta Pradell”. Escribió Blanca sol.
Murió de sífilis. Se construyó una biografía equivocada de ella. Posteriores
investigaciones realizada por un intelectual peruano, demostraron que fue contagiada por su esposo,
un médico.
El caricaturista “Carlín”,
se llama Carlos Tovar.
César Atahualpa
Rodríguez es César
Augusto Rodríguez Olcay.
“Zeñó Manué”, es el periodista Manuel Solari Swayne.
Serafín Delmar es el seudónimo de Reynaldo Bolaños.
“Mihua” es el periodista deportivo Miguel Humberto Aguirre.
“Toribio Gol” es el seudónimo que usó el político Alfonso Grados Bertorini, cuando se
desempeñaba como periodista deportivo.
“ En el libro de José María Arguedas La agonía de Rasu Ñiti, el indio Pedro Huancaire, célebre danzarín
de tijeras conocido como Rasu Ñiti
(que aplasta nieve), agoniza danzando, con el acompañamiento de un violinista y
de un arpista. También están su mujer , sus hijas y el discípulo “Atok sayku”
(que cansa al zorro), al que lega en el instante de su muerte, el wamani o espíritu de la montaña, que hizo de él un
eximio danzak”. (MVLL)
Marqués de Castelfuerte, Virrey José de Armendáriz, tuvo
reputación de hombre enérgico. Se dice que un transeúnte ingenioso escribió en
el frontispicio del palacio : “Este carnero no topa”. El virrey mandó colocar
la respuesta : “A su tiempo topará”…el pueblo dirá más tarde : “Aquí se amansan
leones”, y Castelfuerte respondió : “Cuando lo cogen cachorros”, Esta
literatura mural continuó y la expresión popular dirá “Este gallo ya no canta”,
y el gobernante contestará : “Paciencia, ya cantará y a muchos les pesará”. La
literatura rebelde popular continuó en el anónimo lanzando sus denuestos contra
el virrey.
“La Perricholi”, en el siglo XVIII, era una mujer de
teatro bella y decidida que puso de
vuelta y media al Virrey Manuel Amat y Juniet. Su nombre era Micaela Villegas,
pero el amante virreinal, cuando estaba enfurecido con ella, por sus correrías,
la llamaba “Perricholi” (perra chola). También la llamaron “Miquita”. Los
amores del virrey y “La Perricholi” han sido tema de muchos escritores de la
época y la nuestra. Una de las primeras fue
El drama de los palanganas atribuido a Francisco Ruiz Cano, Marqués de
Sotoflorido.
Esteban Terralla, llegó al Perú en 1787 procedente de
México. Escribió Lima por dentro y por
fuera que publicó con el seudónimo de “Simón Ayanque”. Don Ricardo Palma lo
presenta a través de su tradición El
poeta de las adivinanzas.
Chimpu Ocllo…de acuerdo a su testamento, 1520
podría ser la fecha de su nacimiento. Hija legítima de Gualpa Topa y de Cusi
Chimbo, naturales del Cusco. Su padre, según el cronista, era hijo de Tupac
Yupanqui, y por lo tanto, hermano de Huayna Capac, por lo que la madre del Inca
Garcilaso era prima carnal de Huáscar y Atahualpa.
Don Aurelio Miro Quesada nos dice que la princesa Chimpu
Ocllo atrajo al valiente capitán Sebastián Garcilaso de la Vega “ Con las voces
de la tierra y con el suave hechizo de su sangre morena”. La convivencia de la
princesa con el capitán español debió ser difícil, toda vez que ninguno de los
dos aprendió el idioma del otro. Vivieron siete años, a pesar de los pocos
contactos amorosos. Ella no olvidó las costumbres de su pueblo, aunque adoptó
alguna de los españoles, como la religión.
En 1549, el Padre del Inca, obedeciendo las recomendaciones
de la corona, contrajo matrimonio con Doña Luisa Martel de los Ríos y la madre
del cronista rompe del todo con el capitán y se casa con un hombre oscuro
llamado Juan de Pedroche.
Chimpu Ocllo murió en 1572.
Teresa González de
Fanning, educadora y
escritora peruana (1836-1918), esposa del Capitán de navío Juan Fanning, uno de
los héroes de la Batalla de Miraflores. Ella utilizó el seudónimo de “Clara” en
muchos de sus artículos publicados en diarios y revistas. Cuando quedó viuda,
fundó un colegio. Con la novela Regina, ganó
la medalla de oro del Ateneo de Lima.
“Clovis”, seudónimo de Luis
Varela Orbegoso. Lo usó por primera vez en el periódico escolar “La
Juventud” que dirigió José Lora y Lora (Jelil) en el Colegio Guadalupe.
Juana Manuela Gorriti, “La flor de la maleza”, nació en
Argentina, se casó con un boliviano que llegó a ser presidente: Isidoro Belzu.
Cuando se separó de él, viajó a Lima con sus dos menores hijas. Organizó la
vida literaria limeña, protegió a los jóvenes escritores. Analía Efron escribió un hermoso libro sobre La Gorriti.
Los libros cambian de nombre. De repente, los autores le
ponen un título y los editorialistas le cambian el nombre como en el caso de Fiesta (The sun also rises), de
Hemingway. Algunos títulos eran tan largos como La historia del buscón llamado Don Pablos exemplo de vagamundos y
espejo de tacaños . Hoy lo llamamos El
buscón. La obra de Peter Weiss :
Marat Sade, está también con el título reducido.
Entre las obras de Vargas Llosa, algunos libros cambiaron de
título: El guardaespaldas pasó a
llamarse Conversación en la catedral. Vida y milagros de Pedro Camacho, se
convirtió en La tía Julia y es
escribidor.
El gran escritor
colombiano Gabriel García Márquez, tenía en mente un título para una de sus
novelas y después, la cambió.
Son muchos los escritores que han cambiado el nombre de sus
obras. En un principio, tienen un nombre y después deciden cambiarlo.
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