domingo, 1 de noviembre de 2015

El mejor amigo del hombre, el perro

¿Quién no ha tenido alguna vez un perro?
Yo tengo mi mascota y se llama Charlotte. Pienso escribir pronto sobre ella porque cada vez que escribo, me acompaña en silencio, a mis pies.
Lord Byron (1788-1824), poeta inglés, tuvo un perro llamado BOATSWAIN. Cuando Murió, Lord Byron lo enterró en la abadía de Newstead. Escribió en su epitafio: “Inscripción en el monumento de un perro deNewfoundland. 30 de noviembre 1808: para marcar los restos de un amigo, se levantan estas piedras. Nunca tuve más que uno y aquí yace”.

El perro siempre está presente en la historia y el arte. Shakespeare usaba “Los perros de la guerra” en Julio César.

Todavía escuchamos decir: “Perro que ladra, no muerde” o “Lleva una vida de perro”, es decir, una vida desordenada. Otra que reza: “No se puede enseñar nuevos trucos a un perro viejo”.  Pobres de nuestros perros que son estigmatizados por el hombre. De ahí que alguien dijo: “Cada vez que veo cómo es el hombre, empiezo a amar más a mi perro”.

ARGOS, el perro de Odiseo o Ulises, reconoció a su amo, cuando regresaba de la Guerra de Troya, después de veinte años. Al reconocer a Odiseo, murió al instante.
RUFUS, era el perro de Sir Winston Churchill.
HAMLET, el perro de Walter Scott, autor de IVANHOE.
CAVALL, el perro del rey Arturo.
KATMIR o FRATIM, el perro de Mahoma que fue aceptado en el paraíso-según los musulmanes.
DIAMOND, el perro de Isaac Newton.

El perro es la mascota preferida. En nuestro país, los jóvenes de los programas televisivos tienen un perro o más. Igual puedo decir de los adolescentes y personas mayores. Siempre tendremos una anécdota que contar sobre nuestras mascotas. A propósito de ellas, la historia registra el nombre de DRAGON, un perro que vio al que asesinó a su amo (S. xiv). Las amenazas contra el culpable eran frecuentes. El pobre animal, si hubiera hablado, lo hubiera acusado. Sin embargo, sus constantes amenazas despertaron sospechas. Se dice que el asesino fue sentenciado a combatir contra el perro. Al fin, este pobre animal pudo vengar a su amo.

Es conocida la expresión de Don Quijote cuando dice: Los perros ladran Sancho, señal de que avanzamos. Aunque en esta expresión, la palabra “perros” tiene un sentido peyorativo y aduce la maledicencia de los que hablan de más acerca de una persona.

En la literatura encontramos obras con títulos de perros como:
Los perros hambrientos, de Ciro Alegría Bazán.
La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa.
Los perros vagabundos, de Manuel Robles Alarcón.
Los cachorros, de Mario Vargas Llosa.

Duque, de José Diez Canseco.

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