(18) El mundo numismático peruano…
La palabra numismática viene del
griego “Nómisma”, que significa moneda corriente, costumbre. Después pasó al
latín “numisma” (moneda).
La Numismática es una ciencia
auxiliar de la historia que se dedica al estudio de las monedas. Las monedas,
dice un experto, son “verdaderos testigos del pasado”.
Cerca al templo de Juno Moneta, los
romanos cambiaban sus ases y otras monedas y así le fueron llamando a todas
ellas con la denominación de moneda.
En nuestro país, la acuñación de
las primeras monedas empezaron en la segunda mitad del siglo XVI . Estas fueron
labradas a martillo y las llamaron “macuquinas”. Algunos estudiosos dicen que
viene del quechua, otros, del árabe “mahcuc”, que significa “reconocido,
comprobado”. La macuquina fue conocida también como “cortada”.
La Casa de Moneda recibía el nombre
de “Ceca” que viene del árabe “sikká” y es el lugar donde se labra la moneda.
También encontramos la palabra “ceca” en la locución adverbial “De la ceca a La
Meca” (De aquí para allá, de allá para acá).
Después de las macuquinas (1752)
salieron “Los columnarios” cuyo reverso tenía dos hemisferios del mundo entre
los pilares de Hércules.
El sistema monetario en el
virreinato era octal. Un peso era la moneda de ocho reales. La gente lo llamaba
“Patacón”, y era de pla
Ta. Si la moneda era de oro,
recibía el nombre de “escudo”.
Las monedas de cordoncillo en oro
con la efigie del rey eran llamadas “peluconas”, por la peluca que llevaban los
monarcas de acuerdo a la moda rococó.
En 1772 se acuñaron los últimos
columnarios y se introducen las monedas con la efigie del rey. Se las llamaba
“bustos”. Las pesetas peruanas del 1880, se conocían como “moñonas”.
Toda moneda anterior al siglo XIX
que no presenta ningún defecto, se llama “flor de cuño”.
Es importante señalar dos palabras
del vocabulario esencial de numismática para ayudar a los que recién se inician
en la colección de monedas. Una de ellas es “ANVERSO”(cara, recto, águila),
cara principal que suele presentar un retrato o un escudo. Indica qué personaje
o entidad emite la moneda. La otra palabra es “REVERSO”, (cruz, sello, sol),
cara secundaria donde se indica el valor monetario. Puede contener escenas
sociales, históricas, religiosas, políticas, etc. Está más liberada y no
contiene información rígida como el anverso.
A pesar de la denominación de
moneda, las personas del pueblo la llaman “plata”, no sé si en referencia a la
ciudad de Potosí y su famoso cerro, donde abundaba este metal. “Vale un Potosí”
se usaba para definir la opulencia y describir lo valioso nos cuenta Goepfert, autor de La evolución de la moneda peruana en su contexto histórico.
También le llaman “dinero” como
sinónimo de plata. Un poeta español
tiene un poema que titula Poderoso caballero es don dinero. Las personas que usan la jerga o replana le
dicen “guita”. Cuando era niño escuché en la ciudad de Trujillo el vocablo
“morlacos” para referirse a los soles.
El centavo, moneda de cobre que
salió desde 1875 a 1878 recibía el nombre de “gordo” por su grosor.
Entre las monedas anteriores al
“inti” teníamos cinco centavos que llamábamos “medio”. Cuando uno no tenía
dinero, solía decir “ No tengo un centavo”, “No tengo un cobre”, “No tengo ni
medio”.
También había la moneda de diez centavos que llamábamos “real”.
En el cuento de Abraham Valdelomar El vuelo de los cóndores, encontramos
una estrofa que dice…
“Los
jóvenes de este tiempo
Usan
flor en el ojal
Y
dentro de los bolsillos
No
se les encuentra un real”.
Otra moneda de la época es veinte
centavos que recibía el nombre de “peseta”.
Los billetes de diez soles que eran
de un color rojo suave, se les llamaba “libra” y a los billetes de cinco soles,
se les decía “loros”.
Hoy le llaman a cincuenta céntimos
“china o quina”. Si hacen alusión al billete de dólar, le dicen “verde”. Si se
refieren a un sol, “luca”. “cocos” le dicen a los dólares. También vamos a
escuchar “bucks” o “bu” para referirse a los dólares.
El pueblo con su forma tan popular
de llamar a las monedas de un valor, seguirá bautizándolas ya sea diciendo “un
ferro” o “un palo verde” o tantas otras formas de la sabiduría popular.
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