domingo, 1 de noviembre de 2015

Virtudes y defectos

En el mundo popular y familiar todavía escuchamos a las personas que para destacar una cualidad o defecto, mencionan a un animal. Verbigracia:
Es tierna como una paloma. En el quechua (runasimi), la palabra “Urpi”, es decir, paloma, significa mujer amada. El poeta Mariano Melgar lo escribe en sus versos para referirse a Silvia, su amada que lo ha abandonado. He aquí una estrofa:

            Vuelve que ya no puedo
            Vivir sin tu cariño
            Vuelve mi palomita
            Vuelve a tu dulce nido.
Otros ejemplos:

Duerme como lirón.
Salta como mono, ruge como león.
Noble como el caballo.
Fiel como un perro.
Tiene vista de águila o vista de lince.
Astuto como un zorro, veloz como un gamo, largo como la jirafa.
Cuando usamos la expresión: “Tiene una lengua viperina”, hacemos referencia a que tiene lengua de víbora. O también decimos “Tiene una lengua de víbora”. Víbora viene del latín “vipera”.

Si hablamos de cosas negativas, escuchamos decir: “Eres una rata”, expresión dura que se le imputa a una persona que se vale de todos los medios para lograr sus objetivos protervos.

En cuanto al tigre, muchos lo asocian con la traición, ataca de espalda como el felino que desde el follaje espera a sus víctimas. También es cierto que en el mundo deportivo escuchamos la expresión de ánimo: “¡Vamos mis tigres!”. Sin duda, los personajes de El libro de la selva, de Rudyard Kipling tienen características  que señalan valores y antivalores. Allí tenemos a Shere Khan, el tigre; la serpiente Kaa; Aquela, la loba; Baloo, el oso; Bagheera, la pantera y otros.

En las novelas de Emilio Salgari, abundan los tigres que son peligrosos, temidos, sigilosos, pero el mejor de todos es un héroe que lleva el nombre de Sandokan, el Tigre de la Malasia. Asimismo, los piratas del portugués Yáñez: Los Tigres de Mompracem.
Los mexicanos usan en sus películas : Los tigres del ring.

Las mariposas son animalitos de ensueño y colores, sin embargo, a las rameras las llaman también “Mariposas nocturnas”, además de “Polillas”, “Lobas”, “Zorras”, “Perras”. Si bien es cierto que perro en masculino es sinónimo de fidelidad, en cambio, perra, presenta el significado de maldita, mujer de vida fácil o como decían antes y después: “Maroca”, “Pampera”, “Pacharaca”. Igual ocurre con la palabra zorro que tiene significado de astucia, sagacidad, pero zorra señala a una puta, prostituta, buscona, meretriz, etc.

Un pariente cercano a los cánidos, el lobo tiene el valor de hambriento, con ansias de poder y de dinero. Cuando se trata de personas que acechan a una mujer atractiva o con dinero o buscan un acomodo para el cargo, decimos que “son unos lobos”.

La palabra “loba” tiene el significado de ambiciosa, ramera o ninfómana.
En la Roma imperial había una famosa meretriz, quien además de bella, era inteligente. Ella se había convertido en enemiga de las mujeres casadas, porque había encandilado a los maridos romanos. La infidelidad de los maridos obligó a las autoridades a tomar cartas en el asunto. Expulsaron a la mujer fuera de la ciudad. Esta, ni tonta ni perezosa, cuando llegaba la noche, aullaba y los parroquianos acudían a su llamado. La conocían como “Lupa”, que en Latín significa “loba”. El lugar donde recibía a sus “clientes” recibió el nombre de “Lupanar”. Que es sinónimo de prostíbulo, lenocinio, burdel,etc.

Las gallinas no se salvan del mundo de los apodos. A los hinchas de un equipo de fútbol los llaman “Gallinas”, a otros les dicen “Pavos”, pero, en el ambiente popular se escucha decir : “Es más puta que una gallina”. A propósito de ella, nuestro escritor peruano José Diez Canseco, en su obra Estampas mulatas, tiene un cuento con el título Gaina que come güevo…sentencia farolera, refrán bellaco, nos dice el autor del Duque.

Si de ambición se trata, decimos: “Es un tiburón”. Si es tonto, ganso; si no sabe, Burro. Si es terco, mula. Si la madre tiene más de tres hijos: “Es una coneja”. Cuando el hombre se enfada con facilidad y es propenso a la pelea, decimos que “Es un gallito”.
Todavía escuchamos a las personas decir a los cobardes que “esconden la cabeza como el avestruz”.

Nuestros criollos cantaban “Suave como el arrullo de una paloma”.
Edith Piaf, la famosa cantante francesa, era conocida como “El gorrión de París”.
Víctor Humala, cantante y compositor peruano, es llamado con propiedad “El zorzal serrano”.

Es inevitable mencionar a los animales para mostrar las virtudes y defectos de la gente. Para cerrar este artículo citaré la anécdota que registra Rodolfo Barbacci en su libro 1550 anécdotas musicales, cuando escribe sobre el hermano del célebre operista Leoncavallo. El autor de I pagliacci, tenía un hermano, músico de orquesta mediocre, pero muy orgulloso de ser hermano…de su hermano. Cierto día que un director de orquesta lo había reprendido en un ensayo varias veces, le dijo lleno de orgullo:

“Sepa Ud. Que soy hermano de Leoncavallo”, pero el Director le rebatió enseguida: “¡Ud. No es León ni caballo!...Ud. es un burro…un burro”.

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