jueves, 16 de abril de 2015


Capítulo 46
El plan del unicornio

Casi al final de la fiesta, llamé a los Dinos y les conté en forma estrictamente reservada la existencia del unicornio blanco. Todos se quedaron mudos y maravillados. La sorpresa era extraordinaria. No me creían lo que les estaba contando. Les dije que en este momento el unicornio está leyendo nuestros pensamientos y que vamos a llevar a Garba al parque mágico donde habita este gran amigo que fue uno de los primeros habitantes de esta última generación de zooters. Después de la sorpresa, decidimos realizar el traslado de Garba al día siguiente, muy temprano para que nadie sospeche de este plan.

Al día siguiente, sacamos al asesino de la madre de Yasmina en una camioneta. Empleamos todos los medios de seguridad para evitar sospechas. Además de los Dinos estaba Yasmina y las brujas con Ghara y Harally. Las haditas y Janice, Maluxa y Andreinha se quedarían en la entrada del parque del Unicornio para hacer guardia si se acerca algún intruso. Nolberto, el Tío Ben, Hectorius estaban un poco asustados por ingresar a un parque donde la tradición había escrito que quien ingresa ya no regresa. Jorginho y Yasmina confiaban en mí. Yasmina le había dicho a su padre que ella había recibido el mensaje del sabio unicornio cuando conversaba conmigo. La certeza de la existencia del unicornio permitió que el Conde diera la orden de llevar a Garba al túnel sin regreso.

Y así fue. Solo los Dinos, Yasmina, las brujas y haditas nos dirigimos a este enigmático lugar. Una vez que ingresamos al parque, todo era silencio y oscuridad hasta que un rayo de luz iluminó el camino poco a poco y se escuchó un pequeño relincho y los pasos del unicornio blanco. La iluminación era mayor y la sorpresa de mis amigos era increíble. Tanta belleza, paz, tranquilidad ofrecía esa maravilla de la naturaleza que ellos conocían por nombre del Parque de la muerte. El unicornio les señaló el camino para llevar a Garba. Caminaron un buen trecho en el túnel y soltaron a Garba. El interior estaba iluminado. Una vez que el monstruo avanzó varios pasos al interior, se cerró y se estableció el límite entre la prisión y la libertad. Se escuchaba gritos desgarradores y disminuían hasta que se produjo un silencio absoluto. El unicornio blanco les dijo que lo que habían visto era una verdad que tenían que mantener siempre porque este secreto solo se había revelado para nosotros. Nadie más sabía de esto. Nos permitió bañarnos en la laguna para purificar nuestras almas. Después del mágico baño conversó a solas con Yasmina y le obsequió un talismán de una piedra azulina que ella se puso en el cuello.

Estos maravillosos momentos quedaría para nosotros como una estrella de felicidad que jamás se borraría de nuestros corazones. Salimos del parque y encontramos a mis huéspedes eternos con un intruso que nos siguió y fue capturado por Janice y sus hermanas y estaba colgado de las patas: Lurok, el tejón. Esta alimaña que vivía para el chisme, el soplo y la controversia, pedía disculpas y negaba habernos seguido. El Conde que traía una pócima en sus  bolsillos, dio de beber al delator y este borró de su mente todo lo que ocurrió en la mañana. Lo dejaron cerca de la casa de la desdentada cobra y se quedó dormido en el jardín.


                                                                                                           Eddy Gamarra T.

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