Capítulo 27
El conde
Nolberto
Después del gran trabajo del amigo
Carrascal, Nolberto de Paracatú trajo a la comunidad sana y salva a Nella. Ella
estaba bien y necesitaba un poco de reposo. Jorginho sugirió que las tres
chicas deberían pasar unos días en su castillo porque Yasmina las había
invitado y el Tío Ben había prometido cantar aquella hermosa canción que me
gustaba mucho: “Ne me quite pas”
.
Mi gran ejército estaba
constituido, además de los duendecillos con sus torpezas, las haditas y su
intervención en el momento preciso; las brujitas: Maluxa, Andreínha y Janice
con sus conocimientos de medicina tradicional y moderna a base de hierbas y
extrañas pócimas. Asimismo, formaban la defensa, mis amigos como el sabio Ben,
que disfrutaba de la piscina durante todo el día. También estaba el señor de
Aviraneta que como zooter era un camello gigante que conoció de cerca a la
madre de Yasmina en el Pueblo Saharawi desde que él era niño y la consideraba
como una tía debido a la amistad de su madre con la de Yasmina.
Uno de los amigos más fieles era el
conde Nolberto de Paracatú, amiguero, Casanova, excelente gastrónomo y
protector de las hijas de sus amigos, a quienes había conocido desde pequeñas.
Paracatú era una ciudad de la región de Minas Gerais. Paracatú pertenece a la
lengua tupí y tomó el nombre por el río Paracatú que en esa lengua significa
“Río bueno”. El conde Nolberto, viajero empedernido, conoció a mis hijas en sus
viajes que a veces yo lo acompañaba por España, Francia e Italia. En varias
oportunidades coincidimos con Jorginho que se dedicaba a la venta de diamantes
y esmeraldas por diferentes países del
mundo. Hoy, Nolberto tenía una empresa gigantesca de transportes terrestres,
marítimos y de aviación, que utilizaban los hombres más poderosos de de la
tierra y aunque no era zooter, su metamorfosis era la de un Troll que solía
prestar ayuda a sus amigos cuando se sentía la presencia nefasta de los
licántropos. Estos atacaron alguna vez a sus hijos y ellos fueron salvados por
un cuy gigantesco que había preparado una mezcla de pólvora y otros elementos
que les lanzó a los licans que lograron huir con quemaduras fuertes y que los
mantuvo lejos de la Comunidad por un año.
A partir de entonces, Hectorius, el
Auditor Mayor del Reino, se convirtió en uno de sus mejores amigos, solo que
cuando dejaba su figura zooter, se convertía en un hombre de pequeña estatura y
de buen peso, porque como era sibarita como el conde Nolberto, siempre le
estaba jugando una broma a su amigo y este lo “amenazaba” con darle perejil.
En estos día, mientras el conde
Jorginho viajaba por ciudades portuguesas por fines estrictamente personales,
el Troll, que era su metamorfosis, organizó la defensa del castillo para
proteger a mis hijas y a Yasmina, en caso que los licans y las serpientes se
atrevan a atacar a los pacíficos lobos.
Fue una oportunidad maravillosa,
así que mientras el Tío Ben cantaba en francés y narraba la vida de Frank
Sinatra, yo me veía con Yasmina en su biblioteca, que es el lugar donde ella y
yo elegimos para leer, conversar de libros y de cine y para estar juntos…muy
juntos.
Eddy Gamarra Tirado
No hay comentarios:
Publicar un comentario