viernes, 4 de septiembre de 2015

Capítulo 151
La intoxicación

Ya se acercaba el aniversario del CENTRADOM y Mr. Kanter invitó a las personas más importantes de San Patricio a un desayuno de trabajo para conversar con los habitantes que vivían en residencias y que en su mayoría tenían títulos nobiliarios, cómo mejorar las relaciones entre ellos y embellecer la Comunidad. Quería informar también que el religioso que se hacía llamar Arcipreste de Colán, había renunciado a los cursos de Primera comunión y Confirmación en la Iglesia de San Patricio que estaba a su cargo y que tenía libertad para trabajar en otra parroquia. El conde Jorginho sabía que el “capellán de la mafia trabajaba con los chicos y chicas de la aldea. Le siguió la corriente al religioso y continuaron con el diálogo.

Entre los asistentes estaban toda la cúpula del CENTRADOM, además de Varkolak como jefe de seguridad. No podía faltar Carmito Enfisemo quien se atrevió a dar la bendición de los alimentos sin permiso de su patrón. Lo curioso fue la presencia de la vieja cobra que había sido invitada por Paritt para que ejerciera en esa reunión, el cargo de secretaria de actas. También estuvieron invitados, además de los Dinos y familia, Ludwig que también tenía título nobiliario y que estaba en representación de la aldea, el ingeniero Jean Pierre Gobineau, Baron de Toulouse, novio de Nicole. Todas las habitantes de la playa estuvieron presentes también en este gran desayuno. No podíamos obviar a Elisabetta di Sardegna que estaba feliz y radiante después de su viaje de vacaciones por Firenze. Igualmente asistieron Rowina, Agnezka, Alejandra del Cuadro y Pietro di Siracusa, el grupo vampírico que descendían de nobles europeos y que estaban interesados en la tranquilidad y paz de San Patricio.

Hubo pavo horneado con frutas como uvas, fresas, duraznos, peras, melones, etc. También sirvieron pan francés, ciabatta, caracol, baguettino y pan integral. No faltó café, té, chocolate, anís, café con leche y quinua. En verdad, la mesa era opípara y el que quería más, se podía servir porque había bastante. Además del asesor Sr. Chang, Ludwig, Rowina, Carmito y Mr. Kanter, repitieron el plato. Lamentablemente, a la única de este grupo de gastrónomos que le afectó fue a Rowina que si hubiera trabajado en el CENTRO ya habría rebasado en exageración algunos de los artículos planteados escatológicamente por el pulcro y perspicaz jefe de disciplina y salud de la Institución. También le afectó el desayuno a su amiga Alejandra Del Cuadro. Ella come sobriamente. Lo que ocurre es que lo barato sale caro. Probablemente la persona que preparó el desayuno les dio un precio cómodo, tan cómodo que las dos vampiras perdieron diez kilos de peso y estuvieron muy delicadas que Elisabetta empezó a desconfiar de la invitación y que había algo raro en este desayuno de trabajo. Vino a la mente de Jorginho el principio que servía de lema al CENTRADOM: “Ahorro es progreso.” Este principio había llevado a Mr. Kanter al ahorro de diez años que le permitió conocer el mundo en nombre de su empresa y la justicia como solía repetir de paporreta a sus asesores y a los intermedios.

Los labios tersos de Rowina se agrietaron. No pudo ir a la Universidad, porque a cada momento tenía deseos de ir al baño. Su cara estaba pálida y estuvo a punto de salir en las noches para buscar sangre y volver a su color. Menos mal que Elisabetta le aconsejó que no lo hiciera y que aprovechara el descanso que le dieron en la Universidad para recuperarse. En el caso de Alejandra, ella estaba en la clínica con una dieta estricta y un peso mínimo. Tanto una como la otra denunciaron a Mr. Kanter por pretender envenenarlas. Los planes de Mr. Kanter no dieron resultado y no se pudo llegar a un acuerdo porque parece que lo que encontraron en la fruta afectó a otras personas, en especial, las mujeres como Norma de Vintimiglia una bella gaviota.

No era la primera vez que ocurrió este desacierto. Años atrás, algunos trabajadores recibieron champán torcido, mermelada de fresa con gusanos, panetones con hongos, pavo calentándose en el sol antes de ser entregado, en fin, terrible, terrible. El pobre Mr. Kanter que esta vez tuvo una buena intención para lograr un acuerdo entre los habitantes de los barrios residenciales y ellos, no lo consiguió. Este desacierto inextricable le convino al diabólico Varkolak que después del desayuno frustrado fue a refocilarse con su gente y cantar una victoria que les convenía a los licántropos y que significaba para ellos un escalón que habían ascendido y no iban a ceder terreno en la conquista del poder de la comunidad de San Patricio. Lo mismo pensó Anulia quien estuvo presente en el desayuno incierto. Los Dinos no triunfarán en estos menesteres y era tiempo que las serpientes y sus amigos incondicionales izaran las banderas del éxito porque se iban a aprovechar del poder de Mr. Kanter para avanzar en San Patricio y expulsar de la comunidad a todas las personas que comandadas por la loba  querían quedarse como dueñas de este paraíso que ellas escogieron como su tierra prometida.

La mayoría de los invitados de Mr. Kanter visitaron la clínica del Dr. Soiral para un chequeo de emergencia a raíz de lo ocurrido con las bellas Rowina, Norma y Alejandra en este desayuno escatológico, extraño e inicuo. Por otro lado, Mr. Kanter realizó una reunión de emergencia con sus asesores y todas las personas encargadas de la realización del desayuno de trabajo. La primera pregunta fue: ¿Quién contrató a esta gente para preparar el desayuno?...¿Cuánto se pagó por el desayuno? La mayoría temblaba. Sabían quién había sido porque siempre lo hacía y sacaba sus buenos soles y nadie se metía. Este estilo lo hizo un grupo de trabajadoras que para ahorrar un poco,  usaron mayonesa pasada en la celebración de un baby shower y el resultado fue fatal. Una vez más, podemos decir: “Lo barato sale caro.”


                                                                                                           Eddy Gamarra T.

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