Capítulo 151
La intoxicación
Ya se acercaba el aniversario del
CENTRADOM y Mr. Kanter invitó a las personas más importantes de San Patricio a
un desayuno de trabajo para conversar con los habitantes que vivían en
residencias y que en su mayoría tenían títulos nobiliarios, cómo mejorar las
relaciones entre ellos y embellecer la Comunidad. Quería informar también que
el religioso que se hacía llamar Arcipreste de Colán, había renunciado a los
cursos de Primera comunión y Confirmación en la Iglesia de San Patricio que
estaba a su cargo y que tenía libertad para trabajar en otra parroquia. El conde
Jorginho sabía que el “capellán de la mafia trabajaba con los chicos y chicas
de la aldea. Le siguió la corriente al religioso y continuaron con el diálogo.
Entre los asistentes estaban toda
la cúpula del CENTRADOM, además de Varkolak como jefe de seguridad. No podía
faltar Carmito Enfisemo quien se atrevió a dar la bendición de los alimentos
sin permiso de su patrón. Lo curioso fue la presencia de la vieja cobra que
había sido invitada por Paritt para que ejerciera en esa reunión, el cargo de
secretaria de actas. También estuvieron invitados, además de los Dinos y
familia, Ludwig que también tenía título nobiliario y que estaba en
representación de la aldea, el ingeniero Jean Pierre Gobineau, Baron de
Toulouse, novio de Nicole. Todas las habitantes de la playa estuvieron
presentes también en este gran desayuno. No podíamos obviar a Elisabetta di
Sardegna que estaba feliz y radiante después de su viaje de vacaciones por
Firenze. Igualmente asistieron Rowina, Agnezka, Alejandra del Cuadro y Pietro
di Siracusa, el grupo vampírico que descendían de nobles europeos y que estaban
interesados en la tranquilidad y paz de San Patricio.
Hubo pavo horneado con frutas como
uvas, fresas, duraznos, peras, melones, etc. También sirvieron pan francés,
ciabatta, caracol, baguettino y pan integral. No faltó café, té, chocolate,
anís, café con leche y quinua. En verdad, la mesa era opípara y el que quería
más, se podía servir porque había bastante. Además del asesor Sr. Chang,
Ludwig, Rowina, Carmito y Mr. Kanter, repitieron el plato. Lamentablemente, a
la única de este grupo de gastrónomos que le afectó fue a Rowina que si hubiera
trabajado en el CENTRO ya habría rebasado en exageración algunos de los
artículos planteados escatológicamente por el pulcro y perspicaz jefe de
disciplina y salud de la Institución. También le afectó el desayuno a su amiga
Alejandra Del Cuadro. Ella come sobriamente. Lo que ocurre es que lo barato
sale caro. Probablemente la persona que preparó el desayuno les dio un precio
cómodo, tan cómodo que las dos vampiras perdieron diez kilos de peso y
estuvieron muy delicadas que Elisabetta empezó a desconfiar de la invitación y
que había algo raro en este desayuno de trabajo. Vino a la mente de Jorginho el
principio que servía de lema al CENTRADOM: “Ahorro es progreso.” Este principio
había llevado a Mr. Kanter al ahorro de diez años que le permitió conocer el
mundo en nombre de su empresa y la justicia como solía repetir de paporreta a
sus asesores y a los intermedios.
Los labios tersos de Rowina se
agrietaron. No pudo ir a la Universidad, porque a cada momento tenía deseos de
ir al baño. Su cara estaba pálida y estuvo a punto de salir en las noches para
buscar sangre y volver a su color. Menos mal que Elisabetta le aconsejó que no
lo hiciera y que aprovechara el descanso que le dieron en la Universidad para
recuperarse. En el caso de Alejandra, ella estaba en la clínica con una dieta
estricta y un peso mínimo. Tanto una como la otra denunciaron a Mr. Kanter por
pretender envenenarlas. Los planes de Mr. Kanter no dieron resultado y no se
pudo llegar a un acuerdo porque parece que lo que encontraron en la fruta
afectó a otras personas, en especial, las mujeres como Norma de Vintimiglia una
bella gaviota.
No era la primera vez que ocurrió
este desacierto. Años atrás, algunos trabajadores recibieron champán torcido,
mermelada de fresa con gusanos, panetones con hongos, pavo calentándose en el
sol antes de ser entregado, en fin, terrible, terrible. El pobre Mr. Kanter que
esta vez tuvo una buena intención para lograr un acuerdo entre los habitantes
de los barrios residenciales y ellos, no lo consiguió. Este desacierto
inextricable le convino al diabólico Varkolak que después del desayuno
frustrado fue a refocilarse con su gente y cantar una victoria que les convenía
a los licántropos y que significaba para ellos un escalón que habían ascendido
y no iban a ceder terreno en la conquista del poder de la comunidad de San
Patricio. Lo mismo pensó Anulia quien estuvo presente en el desayuno incierto.
Los Dinos no triunfarán en estos menesteres y era tiempo que las serpientes y
sus amigos incondicionales izaran las banderas del éxito porque se iban a
aprovechar del poder de Mr. Kanter para avanzar en San Patricio y expulsar de
la comunidad a todas las personas que comandadas por la loba querían quedarse como dueñas de este paraíso
que ellas escogieron como su tierra prometida.
La mayoría de los invitados de Mr.
Kanter visitaron la clínica del Dr. Soiral para un chequeo de emergencia a raíz
de lo ocurrido con las bellas Rowina, Norma y Alejandra en este desayuno
escatológico, extraño e inicuo. Por otro lado, Mr. Kanter realizó una reunión
de emergencia con sus asesores y todas las personas encargadas de la
realización del desayuno de trabajo. La primera pregunta fue: ¿Quién contrató a
esta gente para preparar el desayuno?...¿Cuánto se pagó por el desayuno? La
mayoría temblaba. Sabían quién había sido porque siempre lo hacía y sacaba sus
buenos soles y nadie se metía. Este estilo lo hizo un grupo de trabajadoras que
para ahorrar un poco, usaron mayonesa
pasada en la celebración de un baby shower y el resultado fue fatal. Una vez
más, podemos decir: “Lo barato sale caro.”
Eddy Gamarra T.
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