Capítulo 161
El pollo y la garrapata
Dorotea había leído en el periódico
que un mozo había encontrado a un parroquiano muerto en la discoteca donde
trabajaba. El hombre que había fallecido no tenía documentos y lo llevaron a la
morgue. Como nadie lo reclamó, lo echaron al foso. Uno de los médicos de la
morgue escribió ataque al corazón y eso fue todo. Dorotea sabía que Tránsito
había matado al sapito, pero no dijo nada para evitar la furia de Varkolak
contra todas ellas; sin embargo, trató de sacarle partido a esta coyuntura y
como garrapata ambiciosa le pidió prestado dinero a la shushupe y nunca le
pagó. Cada vez que le cobraba, la garrapata le hacía recordar la muerte del
sapito seductor.
Un día Nolberto fue al CENTRO para
realizar unos trámites y poder viajar a Dinamarca, la tierra de sus ancestros.
Se encontró con Dorotea a quien conocía desde la Universidad.
-¡Hola precioso!-lo saludó la
garrapata.
-¡Hola chiquilla!-le contestó el
troll
-¿Qué haces por estos lares?-le
preguntó la garrapata.
-Vine por dos cosas-dijo el troll.
-¿Cuáles?- inquirió la garrapata-
de repente yo te lo soluciono.
-Voy a ser trámites para mi viaje a
Copenhague y también quiero conversar con Carmito de la Buena Cruz-le manifestó
el troll.
-No te preocupes, yo misma soy-le
dijo la garrapata y mirándole coqueta una parte del cuerpo, le preguntó:
-¿Cómo está el “quetejedi”?-y
seguía mirando la garrapata.
-¡Ah!...ya le cambiaste de
nombre-le preguntó serio, el troll.
La garrapata se dio cuenta de la
sequedad del troll y lo animó diciéndole:
-No te preocupes, precioso, yo te
voy a hacer el trámite, pero te voy a cobrar como es el trabajo de una
verdadera profesional. Por lo otro, solo es una broma y no te hagas ilusiones
porque yo sé que tú eres ratón de un solo hueco y yo soy muy difícil.
Nolberto le entregó los papeles y
como tenía que esperar una hora, aprovechó para visitar a Carmito que había
sido su alumno en la Universidad. Una vez que lo encontró, se saludaron y
Carmito le confió sus planes y proyectos en el CENTRADOM. Sabía que tenía
dificultades con los Asesores de Mr. Kanter y la nueva zancadilla de su
vida que había llegado hace poco y le “serruchaba el piso” constantemente. Era
venenosa como una serpiente y escurridiza como la garrapata. El troll con buen
olfato le dijo que sabía de quién se trataba y hace un rato conversaba con
ella. El pollo le decía con confianza que la garrapata se le estaba ofreciendo
y luego buscar una razón poderosa que le permita ascender en el CENTRO. Cuando
el troll lo vio con el hábito del Señor de los Milagros, le preguntó si no era
devoto de San Martín de Porres como antes. Carmito contestó afirmativamente y
como sabía que Mr. Kanter había llevado a sus trabajadores a la iglesia de las
Nazarenas, donde él era cargador de la cuadrilla 13. Él también sería cargador
como Mr. Kanter y escogería ese número que le gustaba desde que era niño: Martes13
o viernes 13. Para Carmito tenía una explicación cabalística, porque el martes
que representaba al dios de la guerra, significaba sus luchas personales y
contra los asesores del curita para poder ascender; el viernes, representaba a
Venus, la diosa del amor, sexo, pasión, sangre y poder. A pesar de su
metamorfosis pollera, no podría combatir contra Dorotea que también se cambiaba
a serpiente pitón, por el veneno que siempre lanzaba contra aquellas piedras en
el camino al poder. La mayor fuerza de Carmito era su hipocresía y falso pudor.
Un buen par con la garrapata. Ambos querían el poder. Los dos eran obscenos,
aunque Carmito lo disimulaba, la garrapata lo decía con una jerga muy especial
que de tanto decirla a los hombres llegaba al orgasmo y se desvanecía. La gente
de su entorno en el trabajo decía que la pobre era epiléptica, pero no era
cierto. Igualmente, Carmito quería demostrar a sus compañeros que era un santo
varón, pero el noveno círculo le tenía reservado su lugar cerca de las fauces
de Satán.
Nolberto miraba a su discípulo que antes tenía el
comportamiento del Pato Donald, pero que ahora aspiraba a tener el espíritu del
Tío Rico Mc Pato y siempre con estas palabras santurronas de que todo lo hace
modestamente en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo…amén. El
colmo de su beatería fue que al igual que Libak, tenía su crucifijo y le puso
en los labios del troll, que estaba distraído mirando el salvo honor de una
mujer de la selva,…Amén contestó el troll y se despidió del beato Carmito
Enfisemo de la Buena Cruz Farfán .
Cuando regresó a la oficina de
Dorotea, ella estaba coqueteando con uno de sus alumnos con los mismos términos
referentes al sexo y con sonrisas libidinosas que le enseñó su maestra en artes oscuras Tránsito del Águila Panduro
quien se había decidido publicar su novela “ El placer de morir en primavera”.
La vieja y desdentada cobra la apoyaría con un capital que tenía en el banco y
Dorotea se encargaría de la difusión de su ópera prima. No sé si Pietro di
Siracusa se animaría a leerlo. En fin, a Tránsito no le interesaba que Pietro
lea su obra; a ella le interesaba más que Pietro la acepte como su novia
oficial. Tanto a la shushupe como al vampiro les gustaba el sexo y la sangre;
la única diferencia es que a Pietro no le interesaba la muerte de su amante,
pero a Tránsito, sí. Allí radicaba su mayor placer.
Eddy Gamarra T.
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