lunes, 11 de mayo de 2015

Capítulo 67
El monstruo acecha

Las chicas de la aldea eran en su mayoría descendientes de alemanes e italianos. Sus abuelos vinieron a San Patricio porque era una comunidad zooter y la guerra en Europa estaba aniquilando a sus familiares. La idiosincrasia de los campesinos era el trabajo, la familia y el arte. Los jóvenes destacaban por su fuerza y buen carácter; en cambio, las mujeres relucían por su belleza y amor a la danza. La mayoría de ellas eran aves: gaviotas, palomas, oropéndolas, alondras, grullas, gallinas y pavorreales. Los campesinos estaban orgullosos de sus mujeres y las cuidaban mucho. Sin embargo, después de días de fiesta y paz, las chicas se paseaban por el parque en busca del ají limo y limón,  para llevarle a Ludwig quien les había prometido cómo se prepara un buen cebiche, y el ají limo, además del limón, era  la base para este potaje apetitoso de todo este país que se caracterizaba por tener una gastronomía al mismo nivel de la comida francesa y china.

Una de las campesinas se alejó de sus compañeras porque había visto una hermosa mariposa de alas de color verde amarillo. La siguió y quiso acercarse a ella, pero fue atacada por Vudko, el asesino de Frosina. Este lican creía que su víctima estaba completamente sola y desprotegida. La mayor sorpresa del monstruo fue la presencia de las vampiras que estaban reunidas porque Elisabetta leyó la mente de Vudko y le dijo a Agnezka y Rowina, que la acompañaran al parque porque Vudko estaba al acecho de las aldeanas y esperaba la ocasión para atacar a una de ellas. Elisabetta y sus amigas eran muy veloces y se desplazaron por el parque y ubicaron a Vudko que observaba a una de las aldeanas que perseguía a una mariposa. Cuando Vudko desgarró la ropa de la campesina, le dio un golpe en la cabeza y se disponía a violarla. En ese momento, cayeron sobre él, las vampiras. No le permitieron transformarse en lican y lo atacaban por todas partes que Vudko creía que eran seis o más vampiras. Fue mordido por ellas y lo encadenaron, después de la paliza que recibió. Agnezka llevó a la campesina a sus amigas que la buscaban por todo el parque. Les contó lo que había ocurrido y ayudaron a la muchacha a que volviera en sí. Esta joven contó a sus amigas lo ocurrido y agradeció a través de Agnezka a las vampiras que la ayudaron y se retiraron de prisa a la aldea donde fueron recibidas por Ludwig y Marietta y les narraron lo que pasó.

Elisabetta y Rowina se dirigieron al castillo para llevar al asesino capturado ante el Conde. Como no estaba, Yasmina las recibió y llevaron al lican encadenado a las mazmorras del castillo. Por la mente de Yasmina pasó la misma idea que yo tenía. Llevar a Vudko a juicio sería un poco peligroso para la comunidad de San Patricio porque Varkolak y sus secuaces moverían sus influencias con Mr. Kanter que acababa de venir de Oruro y es muy probable que termine libre por obra y gracia de los amigos que tenía en el CENTRADOM, quienes convencerían fácilmente al fraile y este que no sabía que ocurría en la Comunidad, terminaría exigiendo a sus asesores que den libertad a “ese pobre muchacho” que no le hace daño a nadie. Actuamos lo más rápido posible y llevamos a Vudko ante el abuelo  de Yasmina que nos esperaba y este miserable asesino fue encerrado en el mismo lugar que Garba y moriría como él,  asfixiado por los gases que despedían ciertas  plantas que abundaban en el túnel sin retorno. Después le contamos a Elisabetta que Vudko no volvería nunca más para hacer daño a nadie.

Los licans que advirtieron que Vudko no había regresado, enviaron a Wanda y a Lurok para que busquen por toda la Comunidad de San Patricio a su compañero. Lo mismo hicieron  las serpientes y todos aquellos que estaban en el bando de los licántropos. Nunca encontraron a Vudko. Por más que exigieron al Auditor Mayor del Reino que le pida al Conde abra sus mazmorras donde habían tenido escondido a Vudko para que se le haga un juicio justo. El auditor no encontró a nadie. El Conde estaba irritado porque fue obligado por Jonathan Squirrel en nombre del Obispo, a investigar el caso. Vudko se esfumó para todos los amigos de los licans. La señora Duval-esposa de Varko- decía que es muy probable que se haya ido a La Ciudad de los Reyes para vivir con alguna doncella y una vez satisfecho en sus apetitos carnales, la mataría y arrojaría en alguna acequia. A su marido no le gustó esa opinión y le advirtió que “cuide su lengua viperina”. La pobre mujer, asustada, se convirtió en una hermosa perrita y ladraba y aullaba con temor y se retiró a su habitación para evitar la furia de Varkolak.


                                                                                                                     Eddy Gamarra T.

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