Capítulo 70
Carmito en su salsa
Siempre
educado y muy mesurado, Carmito se había apoderado totalmente de la oficina de
Correos del CENTRADOM. Los informes llovían constantemente como si fuera una
balacera contra los infortunados trabajadores. Estos comentaban en sus
reuniones sobre los despropósitos del hombre de los papeles quien lanzaba a
diestra y siniestra sus documentos con el aval de Cristo y todos los santos
para que la Madona cubra con su manto sagrado todos los trámites que lo llevarían en olor de
santidad al purgatorio porque el cielo estaba lejos de la cofradía de los
cartularios porque no había un patrón para ellos. Si hasta la virgen de las
Mercedes fue designada para ser Patrona de los reclusos. A mí se me hace, que el cándido Carmito, quería postular para
ser un santo varón y tener un rinconcito al lado de los grandes como San
Francisco de Asís, Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres. Él estaba seguro
que su presencia demostraría de una vez por todas que San Pedro no era racista.
Yo
me pregunto si a Don Dimas de la Tijereta le plantearon los paisanos de Lilith
algún negocio que no tenga nada que ver con las almillas, porque en esta época
ya no se usa. Lo cierto es que el buen Carmito, que de bueno no tiene nada,
había viajado a las Huaringas para purificarse y dejar sus sudores que era el
pan de cada día, para convertirse en un
nuevo hombre y competir con algunos de sus compañeros que se golpeaban el pecho
constantemente, para tener abiertas las puertas del cielo y el CENTRADOM y así llegar lo más rápido posible a sus
objetivos propuestos.
A
veces pienso que él y los amigos de su cofradía, confundían cielo con poder y
dinero. Cada vez que iniciaban alguna reunión, oraban y oraban a punto de
provocar una inundación con sus lágrimas que tuvieron que reforzar el equipo de
Defensa Civil dirigido por Lurok para evitar una catástrofe. Menos mal para
ellos que el tejón los iba a ayudar, por supuesto, con el apoyo de los licans,
Anulia y sus secuaces. Claro está que Carmito de la Buena Cruz, redactaría toda
la parafernalia documentaria que le diera validez y peso y que les iba a costar
su cristiana voluntad. Con esas palabras y nombrando vocablos serios, podría
disimular su satánico interés por el poderoso caballero. Se ha propuesto imitar
a Libak, para llevar un crucifijo que le
pueda purificar y limpiar todos sus pecadillos y buscarse a algún fraile como
Waleran Bigod, el personaje de Los
pilares de la tierra, para ejercer en nombre de Dios el perdón solicitado.
Ahora
el experto en trámite documentario ha propuesto a su jefe un diplomado virtual
en forma obligatoria para todos los trabajadores del CENTRADOM. Él lo va a
dirigir y la parte económica va a ser con su propio dinero y que su jefe no va
a gastar nada. Más bien, firmará los certificados que se entregarán el mismo
día del inicio del curso, como sucede en muchos cursos que se dan en la Tres
veces coronada villa. Como es obligatorio, todo el mundo tiene que pagar para
no perjudicar su currículo, así que una vez más el buen Carmito de la Buena
Cruz, se saldría con la suya por los siglos de los siglos…
Eddy Gamarra T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario