sábado, 6 de junio de 2015

Capítulo 82
Ampay

Miki, Tanger y Collins jugaban en una de los árboles exteriores y de pronto, Tanger que había subido a la copa más alta del árbol, columbró a una cernícalo y a un mapache que estaban concentrados en otro árbol espiando la realización de la fiesta. Tanger avisó a sus hermanos y ellos desaparecieron y se ubicaron cerca a las brujitas y a las hadas. Estas sabían que estaban castigados y que tenían que cuidar la casa. Collins les dijo que Wanda y Lurok estaban fisgoneando en uno de los árboles y que no era la primera vez que lo hacían. Las brujas y haditas se dirigieron con los elfos a los jardines exteriores y rodearon al cernícalo y mapache. Harally y Ghara les lanzaron su polvo mágico que les provocó un estornudo crónico y desesperante que no pudieron soportar y cayeron al jardín exterior. Las brujitas los cogieron a escobazos después que estos soplones recuperaron su forma original . Los duendecillos les lanzaban piedras que estos dos espías no iban a volver por otra. Se dirigieron a la casa de la vieja cobra para ver si ella tenía algún remedio para sus males. Anulia farfullaba por el maltrato a sus ahijados. Sus compañeras mascullaban venganza y escuchaban atentas a Wanda que desarrollaba entre una y otra serpiente sus afectados tiquismiquis para que le pudieran dar la razón, Es más, fue idea del poderoso Varkolak para que se puedan cumplir sus malvadas intenciones.

El obstinado Lurok  pidió a la vieja cobra que enviara en otra oportunidad a Dorotea que era pequeñita y podía usar su otra naturaleza zooter. Él ya había recibido muchos golpes de las brujas y malditos duendes que poco a poco iban a acabar con su vida. Dorotea no se hizo problemas y se ofreció ir con la compañía de Anulia que era tan pequeña como ella y  venenosa como ninguna. La desdentada cobra lo pensó dos veces y al final, aceptó. La mamba negra que era cucufata sugirió la Semana Santa como un momento propicio para satisfacer su venganza. Iba a estar Mr. Kanter y toda la Comunidad de San Patricio. A pesar de que la iglesia no era tan grande, el atrio y la parte externa de la iglesia serviría para que los aldeanos puedan estar presentes. Anulia advirtió a sus compañeras de ponzoña y a Wanda, Lurok y la vieja cotorra, mucha discreción. No podían informar a los licans que trabajaban muy cerca de Mr. Kanter y para ellos no sería un buen momento para ejecutar su venganza. En cambio el séquito de Anulia sí lo podía hacer. Se habían preparado un buen tiempo. Habían reservado su ponzoña para este momento.


                                                                                                                                    Eddy Gamarra T.

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