lunes, 15 de junio de 2015

Capítulo 91
                                                                        Una buena noticia

Cuando regresé de México, conversé con Yasmina. Ella me contó las preocupaciones y sospechas de su embarazo. Fuimos a la clínica de mi amigo el Dr. Soiral para que los médicos la observen, revisen y después indiquen o descarten el embarazo. Después de un examen exhaustivo, se confirmó que Yasmina estaba embarazada. Ella al enterarse de los resultados finales, se puso a llorar de emoción. La abracé y la besé. Agradecí al Dr. Soiral por el buen servicio de su clínica y luego de pagar en caja, nos dirigimos a la Comunidad en el Mercedes Benz para contarle a la familia sobre esta buena noticia.

Las normas de la comunidad no permitían el uso de los autos dentro de ella. Solo se permitía para ir a la Ciudad y regresar a San Patricio. Tampoco se permitía electrodomésticos, salvo los equipos musicales. Otras de las prohibiciones eran las armas de fuego. Alguna vez, los licans trataron de ingresar además de pistolas, fusiles AKM y hasta ametralladoras, pero se dieron con la sorpresa que los autos donde traían escondidas las armas, chocaron contra el arco de entrada. Parecía que hubieran tapiado el arco. Intentaron ingresar a una velocidad mínima y otra vez se estrellaron contra el muro de la prohibición. Varko escondió algunas armas dentro de su abrigo e intentó ingresar a pie, pero tampoco pudo pasar por debajo del arco. No solo eran las normas sino el tiempo y la geografía de San Patricio los que rechazaban la presencia de estas armas de fuego. En cambio, las espadas cuchillos, dagas, lanzas, sables, escudos, corazas, hachas, yelmos y otras armas blancas sí estaban permitidas. San Patricio era una comunidad medieval con atisbos de mundo moderno donde el bien y el mal convivían juntos. Los alimentos se podrían traer de fuera, pero la mayoría prefería comprar los productos naturales en la tienda de Ludwig no solo porque eran mejores sino porque los precios eran más cómodos. Además si la Comunidad carecía de algunos productos como resultado de la tecnología y modernidad, sin embargo, tenía unas tierras donde se podía sembrar todo tipo de productos, desde la papa de las alturas hasta las frutas de la selva, igualmente, los frutos secos como árboles de diferente clima y región; ni qué decir de las flores ya sean de la costa, sierra y selva, desde las más comunes como el geranio, margarita hasta las más exóticas como las orquídeas y los tulipanes.

El CENTRADOM quedaba en la Ciudad de los Reyes y tenía una característica singular. Todos los trabajadores pertenecían a la naturaleza zooter. Mucha gente dejaba sus documentos en la secretaría, pero solo los zooters podían trabajar allí. La mayoría de los zooters vivían en San Patricio. Los trabajadores de la institución residían en la Comunidad. Los otros residentes pertenecían a las antiguas familias,  quienes descendían de los primitivos habitantes. Entre ellos se encontraban los Dinos, las vampiras, los aldeanos y los honorables residentes de la colina azul. Además de ellos, mis honorables huéspedes: los duendecillos, las brujitas de Morgana y las haditas no tuvieron problemas para poder vivir en San Patricio. Esta comunidad albergaba a los personajes mágicos como las haditas, además de los elfos y las brujitas de Mato Grosso.

 Los primitivos habitantes procedían de Europa ya sea Italia, Alemania, España, Los Países Bajos, Inglaterra y también Brasil. Entre los nuevos residentes encontramos zooters procedentes de Bulgaria, Albania, Hungría como los licántropos. Saharawis, españoles, africanos, peruanos y otros.
Después de la noticia, los Dinos se reunieron en mi casa, con mi familia y mis huéspedes. El único que faltaba era Jorginho quien estaba de viaje por Holanda y Portugal. Visitaba a sus familiares y después de recibir la gran noticia, prometió volver pronto para abrazar a su hija querida y para brindar con champaña con su familia y sus grandes amigos. En aquellos países logró conversar con integrantes de la naturaleza zooter. Muchos de ellos eran empresarios, científicos, músicos, poetas, amantes de la numismática y novelistas. Ellos se habían agrupado porque la policía de estos países perseguía a los zooters porque los acusaban de crímenes que ellos jamás habían cometido. Probablemente los confundían con los hombres lobos de la literatura y el arte o algún monstruo que el cine se había encargado de difundir. Los únicos peligrosos eran los licántropos, las serpientes y los unicornios negros. Estos últimos fueron exterminados en San Patricio hace mucho tiempo. Los licántropos y serpientes no eran considerados  como zooters por los Dinos, debido a que la mayoría de zooters eran pacíficos. Podrían existir zooters ambiciosos, arribistas, envidiosos, ebrios, cucufatos, holgazanes, apáticos, pero jamás asesinos, malvados como los execrables licans y las serpientes malditas  y sus soplones.


                                                                                                                                                                                                                                                                                         Eddy Gamarra T.

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