Capítulo 91
Una buena noticia
Cuando
regresé de México, conversé con Yasmina. Ella me contó las preocupaciones y
sospechas de su embarazo. Fuimos a la clínica de mi amigo el Dr. Soiral para
que los médicos la observen, revisen y después indiquen o descarten el
embarazo. Después de un examen exhaustivo, se confirmó que Yasmina estaba
embarazada. Ella al enterarse de los resultados finales, se puso a llorar de
emoción. La abracé y la besé. Agradecí al Dr. Soiral por el buen servicio de su
clínica y luego de pagar en caja, nos dirigimos a la Comunidad en el Mercedes Benz
para contarle a la familia sobre esta buena noticia.
Las
normas de la comunidad no permitían el uso de los autos dentro de ella. Solo se
permitía para ir a la Ciudad y regresar a San Patricio. Tampoco se permitía
electrodomésticos, salvo los equipos musicales. Otras de las prohibiciones eran
las armas de fuego. Alguna vez, los licans trataron de ingresar además de
pistolas, fusiles AKM y hasta ametralladoras, pero se dieron con la sorpresa
que los autos donde traían escondidas las armas, chocaron contra el arco de
entrada. Parecía que hubieran tapiado el arco. Intentaron ingresar a una
velocidad mínima y otra vez se estrellaron contra el muro de la prohibición.
Varko escondió algunas armas dentro de su abrigo e intentó ingresar a pie, pero
tampoco pudo pasar por debajo del arco. No solo eran las normas sino el tiempo
y la geografía de San Patricio los que rechazaban la presencia de estas armas
de fuego. En cambio, las espadas cuchillos, dagas, lanzas, sables, escudos,
corazas, hachas, yelmos y otras armas blancas sí estaban permitidas. San
Patricio era una comunidad medieval con atisbos de mundo moderno donde el bien
y el mal convivían juntos. Los alimentos se podrían traer de fuera, pero la
mayoría prefería comprar los productos naturales en la tienda de Ludwig no solo
porque eran mejores sino porque los precios eran más cómodos. Además si la
Comunidad carecía de algunos productos como resultado de la tecnología y
modernidad, sin embargo, tenía unas tierras donde se podía sembrar todo tipo de
productos, desde la papa de las alturas hasta las frutas de la selva,
igualmente, los frutos secos como árboles de diferente clima y región; ni qué
decir de las flores ya sean de la costa, sierra y selva, desde las más comunes
como el geranio, margarita hasta las más exóticas como las orquídeas y los
tulipanes.
El
CENTRADOM quedaba en la Ciudad de los Reyes y tenía una característica
singular. Todos los trabajadores pertenecían a la naturaleza zooter. Mucha
gente dejaba sus documentos en la secretaría, pero solo los zooters podían
trabajar allí. La mayoría de los zooters vivían en San Patricio. Los
trabajadores de la institución residían en la Comunidad. Los otros residentes
pertenecían a las antiguas familias,
quienes descendían de los primitivos habitantes. Entre ellos se
encontraban los Dinos, las vampiras, los aldeanos y los honorables residentes
de la colina azul. Además de ellos, mis honorables huéspedes: los duendecillos,
las brujitas de Morgana y las haditas no tuvieron problemas para poder vivir en
San Patricio. Esta comunidad albergaba a los personajes mágicos como las
haditas, además de los elfos y las brujitas de Mato Grosso.
Los primitivos habitantes procedían de Europa
ya sea Italia, Alemania, España, Los Países Bajos, Inglaterra y también Brasil.
Entre los nuevos residentes encontramos zooters procedentes de Bulgaria,
Albania, Hungría como los licántropos. Saharawis, españoles, africanos,
peruanos y otros.
Después
de la noticia, los Dinos se reunieron en mi casa, con mi familia y mis
huéspedes. El único que faltaba era Jorginho quien estaba de viaje por Holanda
y Portugal. Visitaba a sus familiares y después de recibir la gran noticia,
prometió volver pronto para abrazar a su hija querida y para brindar con
champaña con su familia y sus grandes amigos. En aquellos países logró
conversar con integrantes de la naturaleza zooter. Muchos de ellos eran
empresarios, científicos, músicos, poetas, amantes de la numismática y
novelistas. Ellos se habían agrupado porque la policía de estos países
perseguía a los zooters porque los acusaban de crímenes que ellos jamás habían
cometido. Probablemente los confundían con los hombres lobos de la literatura y
el arte o algún monstruo que el cine se había encargado de difundir. Los únicos
peligrosos eran los licántropos, las serpientes y los unicornios negros. Estos
últimos fueron exterminados en San Patricio hace mucho tiempo. Los licántropos
y serpientes no eran considerados como
zooters por los Dinos, debido a que la mayoría de zooters eran pacíficos.
Podrían existir zooters ambiciosos, arribistas, envidiosos, ebrios, cucufatos,
holgazanes, apáticos, pero jamás asesinos, malvados como los execrables licans
y las serpientes malditas y sus
soplones.
Eddy
Gamarra T.
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