Capítulo 127
El comentario
El abuelo siempre llevaba frutas y
verduras a la casa de su nieta. Yasmina le daba a su padre porque era bastante
y estaban contentos por los productos que les traía el abuelo. Esta última
visita había sido registrada por Wanda, la cernícalo, y le informó a la vieja cobra de esta visita.
Registró también cuánto tiempo estuvieron en la cabaña y dio motivo de
chismes entre la cobra y sus compinches.
Ellas odiaban a Yasmina, en especial Anulia, cuya piel parece que no se iba a
recuperar nunca. De ahí su animadversión hacia Yasmina. Estaban buscando
razones que puedan explicar por qué el jardinero fue defendido en el último
ataque por todas las fuerzas del Conde Jorginho y sus amigos. ¿Qué nexos había
entre el jardinero y Yasmina, la hija del Conde Jorginho? Menos mal que aquella
vez en que fueron repelidas las fuerzas del mal, no participó el jardinero. Las
serpientes y sobre todo Lurok observaron que el jardinero veía la contienda como un espectador más.
Probablemente, si el ataque hubiera sido más feroz y con cierta desventaja, el
Gran Unicornio Blanco hubiera intervenido. En verdad, el abuelo sabía el peso
de los licans y sus aliados contra Yasmina y la familia. Ella sola hubiera sido
suficiente contra todos los licans. Cuando le entra el espíritu lobuno en todas
sus entrañas no habría lican feroz que se atreviera a enfrentarla. Por eso es
que el abuelo fue testigo del enfrentamiento con visos de comedia gracias a la
intervención del Troll y el camello secundados más adelante por Elisabetta y
las vampiras que no necesitaron morder. Ellos y ellas le propinaron una feroz
pateadura al desordenado equipo de exterminio de los hombres de Varkolak y sus
aliadas.
Estos datos de Wanda llegaron a los
oídos de Varko y decidió presentar un documento a Mr. Kanter para que el tal
jardinero no trabaje en la zona de los asesores, equipo de seguridad y las
casas de los intermedios debido a la mayoría de edad del jardinero. Que era
tiempo de cambiarlo para evitar que este anciano pueda tener algún ataque al
corazón o problemas con su columna vertebral. Mr. Kanter le encargó a Varko que
se ocupara, como jefe de seguridad, de estos trámites y que lo enviara a la
asesoría del CENTRO para su ejecución respectiva. Enviaría también al Auditor
Mayor y al Conde Jorginho los documentos respectivos para que ellos firmen la
petición del Equipo de Seguridad y así se le despida por la puerta grande como
un trabajador ejemplar. ¡Qué tal hipocresía! Los ojos malévolos de Varko
miraban al fraile que estaba más preocupado por su próximo viaje a Roma que por
la despedida del jardinero de la Comunidad de San Patricio.
Cuando Jorginho se enteró sabía que
algo se cocinaba en la mente malévola de
Varko. Ellos no aceptarían que Daniel el jardinero, deje de trabajar para los Dinos y amigos. Si
ya no lo necesitaban en sus barrios, mejor. Daniel seguiría trabajando para
ellos. Aunque Jorginho preferiría tenerlo en su castillo para conversar sobre
plantas y flores, que eran su pasión.
Ya sabía el abuelo de las
pretensiones protervas de Varko. En el fondo no le iban a causar ningún daño.
No necesitaba de dinero más que para comprar sus libros y discos. Era dueño del
bosque sagrado y compartía los productos con los más necesitados. Los aldeanos
siempre le invitaban a comer, a pesar de que su comida era frugal. La ropa le
proporcionaba su nieta. Para él lo más valioso era la naturaleza y la tenía tan
cerca que solo agradecía a los dioses por su bonhomía y comprensión. Sabía que
los otros no conocían nada de él. Para ellos solo era el jardinero de San
Patricio. Ni siquiera sabían que él sembró los primeros árboles, arbustos y
flores de la Comunidad y la Colina azul. Parecía el encargado por una fuerza
superior para embellecer todos estos lugares de la Comunidad. No solo
representaba la belleza del paisaje sino la sabiduría y la fuerza ante
cualquier arremetida de elementos negativos a la dulce paz de la Comunidad.
Los asesores, con el temor de que
Mr. Kanter entre en cólera, pidieron al especialista en trámites documentarios,
es decir, Carmito de la Buena Cruz para que redactara los papeles de despedida
arbitraria de su zona al jardinero y que estos documentos pasen a los
representantes civiles: el Conde Jorginho y el Auditor Mayor del Reino para que
firmen el documento conjunto. Esta documentación tuvo que hacerse con la ayuda
del Sr. Jonathan Squirrel –mil oficios- para que investigue desde qué año
trabajó el jardinero en la Comunidad de San Patricio para que la contadora
prepare los papeles de despido.
Los más contentos con el despido
eran las serpientes que olfateaban la relación del jardinero con Yasmina y las
hadas: Ghara y Harally. Yasmina y su padre veían una gran oportunidad para que
su abuelo estuviera cerca de Hasán, así que ¿Quién ganaría más con este
despido?...El abuelo que ya estaba enterado por razones obvias, encontraba una
buena ocasión para pasar estos días de su tercera edad al lado de la gente que
más amaba. Además cobraba su jubilación como profesor en una Institución del
Estado. Tendría más tiempo para leer y para escribir sobre lo que más le
agradaba en la vida.
Mientras tanto Varkolak y los suyos
dejaron de lado los proyectos obsoletos de la garrapata y acudieron a Carmito
de la Buena Cruz que cada día se hacía más odioso e interesado y estaba
dispuesto a colaborar con Varkolak para vencer a la manada del Conde Jorginho y
los Dinos.
Eddy Gamarra T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario