miércoles, 19 de agosto de 2015

Capítulo 127
El comentario

El abuelo siempre llevaba frutas y verduras a la casa de su nieta. Yasmina le daba a su padre porque era bastante y estaban contentos por los productos que les traía el abuelo. Esta última visita había sido registrada por Wanda, la cernícalo,  y le informó a la vieja cobra de esta visita. Registró también cuánto tiempo estuvieron en la cabaña y dio motivo de chismes  entre la cobra y sus compinches. Ellas odiaban a Yasmina, en especial Anulia, cuya piel parece que no se iba a recuperar nunca. De ahí su animadversión hacia Yasmina. Estaban buscando razones que puedan explicar por qué el jardinero fue defendido en el último ataque por todas las fuerzas del Conde Jorginho y sus amigos. ¿Qué nexos había entre el jardinero y Yasmina, la hija del Conde Jorginho? Menos mal que aquella vez en que fueron repelidas las fuerzas del mal, no participó el jardinero. Las serpientes y sobre todo Lurok observaron que el jardinero veía  la contienda como un espectador más. Probablemente, si el ataque hubiera sido más feroz y con cierta desventaja, el Gran Unicornio Blanco hubiera intervenido. En verdad, el abuelo sabía el peso de los licans y sus aliados contra Yasmina y la familia. Ella sola hubiera sido suficiente contra todos los licans. Cuando le entra el espíritu lobuno en todas sus entrañas no habría lican feroz que se atreviera a enfrentarla. Por eso es que el abuelo fue testigo del enfrentamiento con visos de comedia gracias a la intervención del Troll y el camello secundados más adelante por Elisabetta y las vampiras que no necesitaron morder. Ellos y ellas le propinaron una feroz pateadura al desordenado equipo de exterminio de los hombres de Varkolak y sus aliadas.

Estos datos de Wanda llegaron a los oídos de Varko y decidió presentar un documento a Mr. Kanter para que el tal jardinero no trabaje en la zona de los asesores, equipo de seguridad y las casas de los intermedios debido a la mayoría de edad del jardinero. Que era tiempo de cambiarlo para evitar que este anciano pueda tener algún ataque al corazón o problemas con su columna vertebral. Mr. Kanter le encargó a Varko que se ocupara, como jefe de seguridad, de estos trámites y que lo enviara a la asesoría del CENTRO para su ejecución respectiva. Enviaría también al Auditor Mayor y al Conde Jorginho los documentos respectivos para que ellos firmen la petición del Equipo de Seguridad y así se le despida por la puerta grande como un trabajador ejemplar. ¡Qué tal hipocresía! Los ojos malévolos de Varko miraban al fraile que estaba más preocupado por su próximo viaje a Roma que por la despedida del jardinero de la Comunidad de San Patricio.

Cuando Jorginho se enteró sabía que algo  se cocinaba en la mente malévola de Varko. Ellos no aceptarían que Daniel el jardinero,  deje de trabajar para los Dinos y amigos. Si ya no lo necesitaban en sus barrios, mejor. Daniel seguiría trabajando para ellos. Aunque Jorginho preferiría tenerlo en su castillo para conversar sobre plantas y flores, que eran su pasión.

Ya sabía el abuelo de las pretensiones protervas de Varko. En el fondo no le iban a causar ningún daño. No necesitaba de dinero más que para comprar sus libros y discos. Era dueño del bosque sagrado y compartía los productos con los más necesitados. Los aldeanos siempre le invitaban a comer, a pesar de que su comida era frugal. La ropa le proporcionaba su nieta. Para él lo más valioso era la naturaleza y la tenía tan cerca que solo agradecía a los dioses por su bonhomía y comprensión. Sabía que los otros no conocían nada de él. Para ellos solo era el jardinero de San Patricio. Ni siquiera sabían que él sembró los primeros árboles, arbustos y flores de la Comunidad y la Colina azul. Parecía el encargado por una fuerza superior para embellecer todos estos lugares de la Comunidad. No solo representaba la belleza del paisaje sino la sabiduría y la fuerza ante cualquier arremetida de elementos negativos a la dulce paz de la Comunidad.

Los asesores, con el temor de que Mr. Kanter entre en cólera, pidieron al especialista en trámites documentarios, es decir, Carmito de la Buena Cruz para que redactara los papeles de despedida arbitraria de su zona al jardinero y que estos documentos pasen a los representantes civiles: el Conde Jorginho y el Auditor Mayor del Reino para que firmen el documento conjunto. Esta documentación tuvo que hacerse con la ayuda del Sr. Jonathan Squirrel –mil oficios- para que investigue desde qué año trabajó el jardinero en la Comunidad de San Patricio para que la contadora prepare los papeles de despido.

Los más contentos con el despido eran las serpientes que olfateaban la relación del jardinero con Yasmina y las hadas: Ghara y Harally. Yasmina y su padre veían una gran oportunidad para que su abuelo estuviera cerca de Hasán, así que ¿Quién ganaría más con este despido?...El abuelo que ya estaba enterado por razones obvias, encontraba una buena ocasión para pasar estos días de su tercera edad al lado de la gente que más amaba. Además cobraba su jubilación como profesor en una Institución del Estado. Tendría más tiempo para leer y para escribir sobre lo que más le agradaba en la vida.

Mientras tanto Varkolak y los suyos dejaron de lado los proyectos obsoletos de la garrapata y acudieron a Carmito de la Buena Cruz que cada día se hacía más odioso e interesado y estaba dispuesto a colaborar con Varkolak para vencer a la manada del Conde Jorginho y los Dinos.


                                                                                                            Eddy Gamarra T.

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