sábado, 8 de agosto de 2015


Capítulo 113
El viaje

Yasmina pudo convencer a Nicole para que estudiara un año en la Sorbona. Ella viviría en la residencia de un biólogo francés muy allegado a Jorginho. Además era un miembro importante de la Sociedad Zooter Francesa, por lo tanto, no corría peligro alguno. Cada uno de los Dinos en sus constantes viajes por Europa, visitarían a Nicole. El primero de ellos sería el Tío Ben, que estuvo delicado de salud pero ya está mejor. Le han recomendado la campiña francesa y ha aceptado de buena gana. Solo que no beberá mucho vino. Después irá Jorginho con Yasmina y Hasán para visitar después Holanda y Portugal donde tiene una sorpresa que darle a su hija.

Todos los otros Dinos, además de Lapitt y el conde Nolberto visitarán a Nicole en su momento oportuno. Sandra, Antonella y Juan de Aviraneta visitarán también a su hermana. Yo iré después porque en estos días estoy trabajando con el abuelo Daniel para tener lista la defensa y el ataque a los licans cuando menos se imaginen. Una de las haditas, que juega muy bien el ajedrez, nos decía que la mejor defensa es el ataque.
Para olvidar un poco estos problemas, Nicole acompañará  con las brujitas a los duendecillos que se iban de viaje de Promoción por las playas del norte del país. Ellas tomarían un bungalow y desde allí vigilarían que Micki, Tanger y Collins no cometan ninguna broma pesada contra sus compañeros y compañeras. Estos días de sol le asentarían bien a Nicole. Ella llevó su tabla para disfrutar de las olas de las playas del norte. Sandra soñaba con degustar comida marina a base de mero, lenguado, raya y robalo y las brujitas usarían sus escobas en las noches de luna de las playas de Máncora, Punta sal y Puerto Pizarro.

Mientras la familia preparaba las cosas de los duendecillos y las chicas, en algún lugar de la Comunidad de San Patricio, la garrapata presentaba un proyecto a la vieja cobra sobre cómo atrapar a una loba. Este proyecto como tantos otros que solía presentar en su trabajo tenía más de cien páginas y había sido copiado descaradamente de internet en la Ciudad de los Reyes. Para que no tenga las características de copia, la garrapata le agregó fotografías de Yasmina, Sandra, Nicole y Antonella que le había facilitado uno de los asesores de Mr. Kanter, probablemente, el que la trajo a San Patricio y el CENTRO.

La cobra desdentada que no había quedado bien desde su último encuentro con las hadas, no se animó a leer todo el texto. Ni siquiera se puso los lentes, pero manifestó que el proyecto era excelente y que se realizaría con el apoyo de Lurok y el equipo ofídico,  que según Anulia, se caracterizaba por su firmeza en el trabajo, y mucho sacrificio y pundonor. El inefable rostro de la garrapata agradeció a  la  vieja cobra y ambas serpientes se abrazaron mientras su lengua viperina olía la presencia de algún intruso en su guarida infernal.

Las otras serpientes observaron por las ventanas quién era el intruso. Nada menos que el bibliotecario del CENTRADOM que traía un mensaje del enigmático Paritt para la vieja Anulia. Tirreno entregó el papel a la cobra y de paso miró a las bellas y malhadadas serpientes que lo miraban con una coquetería desmedida. Tránsito le había preguntado su nombre y le dijo que era muy bonito. A Tirreno le gustó la forma cómo lo miraba. No sabía que Tránsito después de saciar su sed sexual, mataba a su amante como lo había hecho con el desdichado Nito. Era para las serpientes lo que la viuda negra para las arañas. Es por eso que Anulia llamó la atención a la shushupe porque Tirreno era muy allegado a su amigo Paritt y no iba a perder la influencia poderosa del jefe de los asesores solo por un momento de placer de la tenebrosa shushupe. De igual manera se lo dijo a la mamba negra para evitar una desgracia qué lamentar. Ya lo había dicho Varko que los enemigos  eran los lobos y su parentela, no los intermedios. Tanto Tránsito como Asteris se enojaron con Anulia, pero Anacé les hizo entrar en razón y no querían tener problemas con los asesores de Mr. Kanter, dueño del CENTRADOM,  donde ellas trabajaban. Más bien, Anulia les pidió que estudiaran el proyecto de Dorotea y necesitaba sus opiniones profesionales para tomar una determinación tajante. A las serpientes les gustó esa frasecita de “opinión profesional” y se sintieron muy halagadas que les dio hambre y sed. Anacé prometió traer cuatro pizzas familiares de la Ciudad y tres botellas de chicha morada …y comerían con gusto porque ellas eran pro…fe…sio…na…les.      
                    

                                                                                                    Eddy Gamarra T.

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