Capítulo 113
El viaje
Yasmina pudo convencer a Nicole
para que estudiara un año en la Sorbona. Ella viviría en la residencia de un
biólogo francés muy allegado a Jorginho. Además era un miembro importante de la
Sociedad Zooter Francesa, por lo tanto, no corría peligro alguno. Cada uno de
los Dinos en sus constantes viajes por Europa, visitarían a Nicole. El primero
de ellos sería el Tío Ben, que estuvo delicado de salud pero ya está mejor. Le
han recomendado la campiña francesa y ha aceptado de buena gana. Solo que no
beberá mucho vino. Después irá Jorginho con Yasmina y Hasán para visitar
después Holanda y Portugal donde tiene una sorpresa que darle a su hija.
Todos los otros Dinos, además de
Lapitt y el conde Nolberto visitarán a Nicole en su momento oportuno. Sandra, Antonella
y Juan de Aviraneta visitarán también a su hermana. Yo iré después porque en
estos días estoy trabajando con el abuelo Daniel para tener lista la defensa y
el ataque a los licans cuando menos se imaginen. Una de las haditas, que juega
muy bien el ajedrez, nos decía que la mejor defensa es el ataque.
Para olvidar un poco estos
problemas, Nicole acompañará con las
brujitas a los duendecillos que se iban de viaje de Promoción por las playas
del norte del país. Ellas tomarían un bungalow y desde allí vigilarían que
Micki, Tanger y Collins no cometan ninguna broma pesada contra sus compañeros y
compañeras. Estos días de sol le asentarían bien a Nicole. Ella llevó su tabla
para disfrutar de las olas de las playas del norte. Sandra soñaba con degustar
comida marina a base de mero, lenguado, raya y robalo y las brujitas usarían
sus escobas en las noches de luna de las playas de Máncora, Punta sal y Puerto
Pizarro.
Mientras la familia preparaba las
cosas de los duendecillos y las chicas, en algún lugar de la Comunidad de San
Patricio, la garrapata presentaba un proyecto a la vieja cobra sobre cómo
atrapar a una loba. Este proyecto como tantos otros que solía presentar en su
trabajo tenía más de cien páginas y había sido copiado descaradamente de
internet en la Ciudad de los Reyes. Para que no tenga las características de
copia, la garrapata le agregó fotografías de Yasmina, Sandra, Nicole y
Antonella que le había facilitado uno de los asesores de Mr. Kanter, probablemente,
el que la trajo a San Patricio y el CENTRO.
La cobra desdentada que no había
quedado bien desde su último encuentro con las hadas, no se animó a leer todo
el texto. Ni siquiera se puso los lentes, pero manifestó que el proyecto era
excelente y que se realizaría con el apoyo de Lurok y el equipo ofídico, que según Anulia, se caracterizaba por su
firmeza en el trabajo, y mucho sacrificio y pundonor. El inefable rostro de la
garrapata agradeció a la vieja cobra y ambas serpientes se abrazaron
mientras su lengua viperina olía la presencia de algún intruso en su guarida infernal.
Las otras serpientes observaron por
las ventanas quién era el intruso. Nada menos que el bibliotecario del
CENTRADOM que traía un mensaje del enigmático Paritt para la vieja Anulia.
Tirreno entregó el papel a la cobra y de paso miró a las bellas y malhadadas
serpientes que lo miraban con una coquetería desmedida. Tránsito le había
preguntado su nombre y le dijo que era muy bonito. A Tirreno le gustó la forma
cómo lo miraba. No sabía que Tránsito después de saciar su sed sexual, mataba a
su amante como lo había hecho con el desdichado Nito. Era para las serpientes
lo que la viuda negra para las arañas. Es por eso que Anulia llamó la atención
a la shushupe porque Tirreno era muy allegado a su amigo Paritt y no iba a
perder la influencia poderosa del jefe de los asesores solo por un momento de
placer de la tenebrosa shushupe. De igual manera se lo dijo a la mamba negra
para evitar una desgracia qué lamentar. Ya lo había dicho Varko que los
enemigos eran los lobos y su parentela,
no los intermedios. Tanto Tránsito como Asteris se enojaron con Anulia, pero
Anacé les hizo entrar en razón y no querían tener problemas con los asesores de
Mr. Kanter, dueño del CENTRADOM, donde
ellas trabajaban. Más bien, Anulia les pidió que estudiaran el proyecto de
Dorotea y necesitaba sus opiniones profesionales para tomar una determinación
tajante. A las serpientes les gustó esa frasecita de “opinión profesional” y se
sintieron muy halagadas que les dio hambre y sed. Anacé prometió traer cuatro
pizzas familiares de la Ciudad y tres botellas de chicha morada …y comerían con
gusto porque ellas eran pro…fe…sio…na…les.
Eddy
Gamarra T.
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